“Ya pronto podremos cruzar la calle con los ojos cerrados”

Desde el malecón

“Ya pronto podremos cruzar la calle con los ojos cerrados”

Las causas de tan dramático desabastecimiento de gasolina y diésel han sido atribuidas por las principales autoridades al incumplimiento conjunto de varios suministradores.

Gasolina en Cuba

Gasolina en Cuba

En extremo crítica la situación del combustible en Cuba. Hasta un simple mortal, con medio dedo de frente, es capaz de dibujar el panorama económico y social de una isla con una muy severa crisis que ya va para varias semanas y que, de momento, no tiene solución.

Las causas de tan dramático desabastecimiento de gasolina y diésel han sido atribuidas por las principales autoridades al incumplimiento conjunto de varios suministradores sin especificar cuáles lo que ha dado pie a diversas conjeturas.

En la central provincia de Villa Clara, a 281 km al este de la capital, el gobierno local ha dictado un grupo de restricciones que muy probablemente apliquen el resto de las 14 provincias cubanas.

Entre las más destacadas figuran suspender la entrega a autos privados y garantizar urgencias médicas, servicios necrológicos, ambulancias, hemodiálisis, asistencia telefónica y vehículos de la empresa eléctrica en función de averías.

La nota publicada por el gobierno provincial indica que ¨sólo es posible garantizar los servicios básicos de la población” y califica el momento como de “grave”.

La Habana, al mismo tiempo, prosigue con casi kilométricas filas no tanto para reponer, sino para aguardar con estoica paciencia la llegada de un hipotético carro cisterna a la gasolinera en esperas, que de extensas horas, ya han pasado a dos o tres días.

Como lo indica la lógica, hay quienes suponen la cancelación del tradicional y multitudinario desfile por el uno de mayo, y sugieren actos municipales que eviten consumo de combustible, principal responsable tambièn de la suspensión de clases presenciales en tres universidades del país.

El humor popular, que no falta ni en los momentos más amargos, lo resume así: “Ya pronto podremos cruzar la calle con los ojos cerrados”.

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