En una entrevista en Rac1 recogida por Europa Press, ha asegurado que, tras el movimiento del 15-M de 2011, hay un momento en que «es el PSOE el que intenta boicotear lo máximo posible la actuación que pretendía el PP de apoyar a Podemos para restarle votos al PSOE».
Según Villarejo, los socialistas emprendieron una estrategia que le pareció «coherente, porque entendían que (Podemos) era un proyecto ilusionante, como así lo fue en un principio, pero el sistema al final acaba por devorar a todos».
«El PSOE se preocupó porque tenían buenas fuentes de información», ha añadido el excomisario, que ha explicado que fue el periodista y exdirector general de Información Nacional del Gobierno de Pedro Sánchez Alberto Pozas el que le entregó una copia del teléfono de la exasesora de Podemos Dina Bousselham, a quien le robaron el móvil en 2015.
‘CASO DINA’ Y POZAS
Aunque ha cuestionado que le robaran el móvil, ha asegurado que Pozas le dio el teléfono con el argumento de que «podía tener interés policial», y que tras analizar el contenido, comprobó que la mayoría eran cuestiones íntimas y entregó una copia al Departamento de Acción Operativa (DAO).
En un cara a cara posterior con Pablo Iglesias, el exlíder de Podemos ha apuntado que unos profesionales robaron el teléfono a Dina Bousselham para buscar información que pudiera dañar a su partido, pero descubrieron «que no había nada».
«Esto es un ejemplo de como funciona el país, esto es básicamente para periodistas. Hay dos tipos de periodistas, los que han trabajado con usted (Villarejo) y los que no», ha sostenido Iglesias, que también ha cargado contra el denominado ‘informe Pisa’.
‘INFORME PISA’
El excomisario ha negado tener relación alguna con dicho informe, basado en la presunta obtención por parte de Iglesias de subvenciones presuntamente ilícitas de los gobiernos venezolano e iraní.
«Ha habido un interés en presentarme como autor de ese fiasco. Creo que había dos informes Pisa, uno que tenía organizado Interior, y otro que tenía el CNI, de más calado. Hubo presiones para presentar el más suave», ha manifestado.
PEDRO SÁNCHEZ
En su opinión, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, es una de las personas que temían a Iglesias: «Sánchez es un político de primerísimo nivel, sabe que Iglesias era su mayor competencia desde el punto de vista político», ha recalcado el excomisario.
Al preguntársele quién le tenía muchas ganas a Iglesias, ha citado cargos y nombres como el del director del CNI, la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría y la expresidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, porque entendían que el exlíder de Podemos tenía «peligro y liderazgo suficiente».
Sobre si cree que debe pedir perdón a Iglesias, Villarejo cree que puede «por no haberlo advertido de todo lo que le estaban preparando».
«Entiendo que los españoles necesitamos políticos como este señor, pese a que no coincidamos ideológicamente, pero tengo la certeza de que mientras el sistema siga como está, difícilmente le darán cabida a una persona de su perfil», ha zanjado.
