“¿Ha valorado el Gobierno retirar al torturador Pacheco la condecoración al mérito policial que le concedió Martín Villa?” ha sido la pregunta que en la sesión de control al Gobierno de este miércoles ha dirigido Pablo Iglesias, líder de Unidos Podemos, al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.
La pregunta se refiere a la noticia recientemente conocida por la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de que el cargo policial denunciado por torturas bajo la dictadura y por sus vínculos con la extrema derecha violenta en la transición, recibe un suplemento vitalicio del 15% en su pensión por una medalla de plata al Mérito Policial concedida al comisario franquista en 1977.
“Este Gobierno no ha valorado la retirada de esa condecoración porque no la ha concedido este Gobierno sino que se concedió hace más de 40 años. Y nadie ha solicitado oficialmente que se retire ni parece que haya justificación legal”, ha sido la primera respuesta del titular de Interior.
En su turno de réplica, Iglesias ha criticado al Ejecutivo de Rajoy por no retirar “una medalla que es una ignominia para la democracia” y ha recordado duros testimonios de las víctimas del comisario de la policía franquista, algunas de las cuales se encontraban en la tribuna de invitados del Congreso. También ha lanzado un guiño final al PSOE: “Usted probablemente no siga en este ministerio mucho tiempo, pero ojalá el ministro o la ministra de Interior que nombre el Partido Socialista retire la medalla a ese malnacido”.
Zoido ha puesto en duda la veracidad de esos testimonios: “Si todo lo que usted acaba de relatar estuviese reconocido en una sentencia, ningún diputado de esta cámara podría pensar que no solo no era merecedor de esa condecoración sino que habría caído sobre él todo el peso de la ley”.
Las siguientes palabras del titular de Interior han provocado la indignación del diputado de Podemos Rafa Mayoral, que hasta en tres ocasiones ha sido llamado al orden por interrumpir al ministro. “Ustedes no saben muy bien lo que quieren, un día se les ocurre pedir cinco ministerios, la radiotelevisión española y el CNI. Al día siguiente piensan otra cosa y están dispuestos a firmar un cheque en blanco”, declaraba Zoido mientras Mayoral le replicaba desde su escaño.
Ante un ambiente de máxima crispación y con el enfado evidente de Iglesias, que ha acabado al borde del llanto, el ministro ha defendido que no pueden darle una lección “de seriedad y de defender a un torturador porque no lo he hecho en mi vida y no lo voy a hacer”.
“Qué me van a decir ustedes, que un día defienden que los escraches son libertad de expresión y al siguiente que los están intimidando”, defendía Zoido. “¡Tenga un poco de vergüenza, tenga un poco de vergüenza!”, le ha gritado entonces Mayoral, que seguía replicando desde su escaño al ministro.
Más tarde, Mayoral ha explicado su enfado en declaraciones a La Sexta: “Se ha producido un menosprecio a las víctimas de delitos de lesa humanidad. Billy el Niño está reclamado por la justicia argentina por delitos de lesa humanidad, que no prescriben, y este Gobierno no solo se niega a entregarlo sino que el ministro ha tenido la desfachatez de despreciar los testimonios de las víctimas y de decir que no hay sentencia”.
“Claro que no hay sentencia, porque este Gobierno está colaborando con las políticas de impunidad”, ha proseguido Mayoral. “Y se le ha olvidado que fue el señor Martín Villa quien le condecoró, que se sentó en su bancada hace bien poco, el ‘carnicero de Vitoria’ y también reclamado por la justicia argentina”.
Ha calificado de “desvergüenza” la política del PP respecto a los juicios por crímenes de la dictadura y ha criticado que Zoido se haya permitido hablar de “escraches”: “Debería saber que los escraches fueron el mecanismo de los organismos de Derechos Humanos en Argentina que denunció a los genocidas y que entre otras cosas permitió sensibilizar socialmente y permitir que se enfrentasen a un tribunal y hoy muchos de ellos estén en prisión por esos crímenes de lesa humanidad”, ha zanjado.
Por su parte, Iglesias ha reconocido más tarde sus lágrimas: «Me he emocionado, son las víctimas que pidieron justicia y reconocimiento».
En efecto, Billy el Niño fue reclamado por la jueza argentina María Servini por 13 delitos de torturas. La Audiencia Nacional rechazó su extradición por considerar que esos delitos no fueron “de lesa humanidad” y que por tanto han prescrito. También la Fiscalía se opuso a esa extradición, y el PP rechazó la proposición de la Izquierda Plural que en 2013 pidió al Gobierno detener «para la entrega inmediata» a la justicia argentina tanto a Billy el Niño como de, Jesús Muñecas, excapitán de la Guardia Civil también acusado de torturas.
