La caída de la ‘alcaldesa por sorpresa’ Ana Botella: del Madrid Arena al ‘relaxing cup’

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La caída de la ‘alcaldesa por sorpresa’ Ana Botella: del Madrid Arena al ‘relaxing cup’

Ana Botella, alcaldesa de Madrid

La renuncia de la alcaldesa a presentarse a la reelección se produce en plena polémica tras el segundo fallecimiento de una persona por la caída de la rama de un árbol. Ana Botella ha tirado la toalla horas después de que la oposición hubiera acusado a la a alcaldesa de no dar la cara tras la muerte de un hombre de 72 años al caerle la rama de un árbol encima y después de que su gestión fuera duramente criticada al ser el segundo fallecimiento que se produce a consecuencia del mal mantenimiento del arbolado.

La decisión de la alcaldesa se produce, además, una semana después de que el inspector jefe de la Policía Municipal, Emilio Monteagudo, presentara su dimisión tras conocer que es uno de los 16 imputados por el caso del Madrid Arena al considerar el juez que el “macro botellón”, que la Policía Local no evitó, fue una de las causas de la avalancha que costó la vida a cinco jóvenes.

Precisamente, la tragedia del Madrid Arena provocó un enorme desgaste en la imagen de la alcaldesa desde el primer minuto, cuando se supo que la regidora se había marchado a un spa horas después del suceso. Y eso que la popularidad de Botella nunca había sido muy boyante debido a que accedió al cargo como relevo para Alberto Ruiz Gallardón cuando a éste se le adjudicó el Ministerio de Justicia. Nunca Botella se ha enfrentado a las urnas como cabeza de lista.

Estos sucesos han espoleado la caída de apoyos hacia la todavía alcaldesa, pues ha anunciado que acabará la presente legislatura. Su imagen se ha visto muy deteriorada desde su asunción a la presidencia del Consistorio por episodios como la huelga de limpiezas, el fracaso de la candidatura olímpica de Madrid 2020 aderezada por perlas mediáticas como el ya archifamoso relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor. Uno de los muchos, sin embargo, del historial de la esposa del expresidente José María Aznar.

El más reciente fue el trabalenguas en el que se vio sumida para explicar por qué ninguna mujer formó parte de la última promoción de bomberos del Ayuntamiento. “Las condiciones físicas de las mujeres y los hombres, por una cuestión de la naturaleza, hace que sean diferentes, que seamos diferentes”, explicó. Reciente también es su confusión entre Asturias y Andalucía para reprochar a IU sus gobiernos en coalición. Más antiguo es su discurso sobre el valor de Cenicienta por recibir malos tratos “sin rechistar”, su alusión al ruido que soportan los vecinos de “Bilbado” y su elegía sobre la conveniencia de no mezclar peras y manzanas en alusión a las uniones homosexuales.

Su despedida no ha podido ser menos, y la alcaldesa ha incluido un nuevo gazapo. “Hoy, después de tres mandatos, les anuncio mi decisión de no concurrir a las elecciones municipales del próximo año”, ha dicho. Sin caer en la cuenta de que han sido tres años y no tres mandatos los que ha estado al frente del Ayuntamiento madrileño.

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