La CUP fuerza un nuevo adelanto electoral en Cataluña al rechazar a Mas

Cataluña

La CUP fuerza un nuevo adelanto electoral en Cataluña al rechazar a Mas

MIlitantes de la CUP votando en al pasado congreso

El nuevo paso por las urnas solo se evitaría en el caso de que Junts pel Sí presentara antes del próximo sábado un candidato alternativo o un pacto a la desesperada con formaciones no independentistas. La CUP cumplirá su programa electoral y no apoyará la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat. El rechazo del consejo político de la formación anticapitalista al candidato de Junts Pel Sí empuja a Cataluña al tercer adelanto electoral de los últimos cuatro años, que podría tener lugar el próximo mes de marzo.

En el seno de la Candidatura de Unidad Popular (CUP) que lidera Antonio Baños ha triunfado por 36 votos frente a 34 el rechazo a la investidura del todavía presidente en funciones, Artur Mas. La decisión ha llegado después de que la asamblea de la formación resultase hace justo una semana en un insólito empate a 1.515 votos entre los partidarios de provocar unos nuevos comicios regionales y apoyar la continuidad del líder de Convergència (CDC).

Esta decisión, que pone en graves apuros la continuidad de la hoja de ruta soberanista planteada por la lista unitaria de Junts pel Sí, llega más de tres meses después de que se celebrasen los comicios del 27 de septiembre que Mas y sus correligionarios plantearon como un plebiscito por la independencia. Después de semanas de infructuosas negociaciones, el proceso salta finalmente por los aires.

Los miembros del consejo político de la CUP han debatido este domingo sobre las distintas posibilidades para facilitar o impedir la reelección de Mas. Con la aportación de dos votos y ocho abstenciones habría bastado para el encumbramiento del líder de CDC. No obstante, ha triunfado la propuesta más negativa para el candidato: diez abstenciones en lugar de cinco votos a favor y otros cinco en contra.

Este sábado 9 de enero se cumple el periodo estatutario para el nombramiento de presidente de la Generalitat. Ante la falta de un candidato con los mínimos apoyos necesarios, la convocatoria de nuevos comicios sería automática el mismo domingo 10 de enero, con lo que se reactivaría la maquinaria electoral de cara al mes de marzo. La única forma de evitar un nuevo paso por las urnas sería que Junts pel Sí desdijese el discurso que hasta ahora ha mantenido, bien para promocionar un candidato distinto o bien para buscar el apoyo de fuerzas no independentistas pero sí favorables al llamado derecho a decidir.

De confirmarse la necesidad de nuevos comicios, estos serían los terceros adelantados en Cataluña en los últimos cuatro años. Los primeros fueron los celebrados en noviembre de 2012, más de dos años antes de lo previsto por el calendario normal de legislatura. Mas consiguió entonces el apoyo para gobernar de su propio partido -entonces CiU- y de sus actuales socios de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC). Luego llegó la cita del pasado septiembre, como una nueva vuelta de tuerca al proceso soberanista emprendido por el presidente, sus socios republicanos y entidades civiles como la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que ha terminado jugando un papel decisivo en la actual configuración del Parlamento regional.

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