Mucha crisis y ninguna solución en Conferencia de Seguridad de Múnich

Conferencia de Seguridad de Múnich

Mucha crisis y ninguna solución en Conferencia de Seguridad de Múnich

Una vez más, la cita anual de tres días de políticos, diplomáticos, militares y expertos en defensa dejó al descubierto las posturas enfrentadas desde hace años en Cercano Oriente.

Foro de Seguridad de Munich

Las advertencias del peligro del estallido de nuevos conflictos armados y el llamamiento de voces prominentes en favor de un mayor protagonismo europeo dominaron la edición 54 de la Conferencia de Seguridad de Múnich, que culminó hoy centrada en las crisis del Cercano y Medio Oriente.

Una vez más, la cita anual de tres días de políticos, diplomáticos, militares y expertos en defensa dejó al descubierto las posturas enfrentadas desde hace años en Cercano Oriente, Ucrania y también las tensiones latentes entre Estados Unidos y Rusia.

Muchas ponencias describieron un panorama incierto y un frágil orden internacional en vista del repliegue de Estados Unidos como gran potencia ordenadora en el escenario internacional.

En la jornada de cierre, los cerca de medio millar de participantes fueron testigos de un choque abierto entre Israel e Irán. En su primera aparición en este foro, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, alertó del peligro de una escalada y calificó a Irán como «la mayor amenaza del mundo».

El mandatario israelí presentó como muestra de la creciente agresividad de Teherán un pedazo de metal que identificó como el resto de un dron iraní derribado días atrás por aviones cuando penetraba el territorio de Israel.

«Señor Zarif, ¿lo reconoce? Es suyo. Se lo puede llevar con un mensaje a los tiranos de Teherán: ¡No pongan a prueba la determinación de Israel!», dijo en dirección al ministro iraní del Exterior, Mohammad Javad Zarif. Irán desmintió que un avión no tripulado suyo hubiera entrado en territorio israelí.

La fuerza aérea de Israel realizó ataques hace una semana en territorio sirio contra lo que identificó como posiciones sirias e iraníes en respuesta a la presunta incursión de un dron iraní proveniente de Siria. Teherán respalda allí a la milicia chiita Hizbolá, que lucha junto con las fuerzas gubernamentales del presidente sirio, Bashar al Assad, en ese país árabe.

«Israel no permitirá que el régimen de Irán nos ponga la soga al cuello. No solo que actuaremos contra los acólitos de Irán, sino que también lo haremos, si es necesario, contra el propio Irán», advirtió Netanyahu.

Zarif, que no estaba aún en el público, calificó posteriormente la comparecencia del israelí de «circo caricaturesco que no es digno de ser respondido».

El representante iraní responsabilizó a Israel y Estados Unidos de los conflictos que azotan la región desde hace décadas y también alertó del peligro de una conflagración. «En la actualidad estamos muy cerca de un conflicto que va en aumento».

Zarif sostuvo que Israel está lanzando ataques casi diarios en territorio sirio. Dijo que su país cree que no puede haber más potencias hegemónicas. «Queremos una región fuerte, no queremos ser hegemónicos en la región, creemos que la era de las hegemonías pasó hace tiempo».

El jefe de la diplomacia iraní se dirigió a Arabia Saudí, con la que Irán está enfrentado indirectamente en la guerra civil de Yemen. «Creemos que no hay crisis entre Irán y Arabia Saudí, siempre y cuando Arabia Saudí esté interesada en un verdadero diálogo».

El titular de Exteriores saudí, el jeque Adel bin Ahmed Al Jubeir, rechazó de plano la oferta. «Queremos ver un cambio fundamental en el comportamiento de Irán», dijo Al Jubeir, tras enumerar las múltiples ocasiones en las que Teherán respaldó acciones que calificó de terroristas.

«El mundo tiene que hacer pagar a Irán por su comportamiento (…) Sin un cambio real, Irán no puede ser tratado como un país normal», demandó el representante saudí.

Un día antes, Europa estuvo en el centro de la atención. Varios políticos expresaron el deseo de una mayor independencia como consecuencia de la nueva política del presidente estadounidense, Donald Trump.

«Durante mucho tiempo no estuvimos en condiciones de jugar un papel geopolítico global», constató el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. «Las circunstancias nos llevan ahora a tener que esforzarnos por jugar más este papel».

Estados Unidos estuvo representado en el podio por el asesor presidencial de seguridad, general Herbert Raymond McMaster, quien amenazó al presidente sirio, Bashar al Assad, con actos de represalia por el uso de armas químicas.

«Cuentas oficiales y fotos muestran claramente que Al Assad sigue usando armas químicas», dijo McMaster. «Es hora de que todas las naciones responsabilicen al régimen sirio y a sus patrocinadores de estas acciones».

El titular de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, pidió un trato más respetuoso hacia su país. En los años 1990, Rusia fue tratada como una alumna y ahora está siendo vista como una amenaza, se lamentó. Lavrov dijo que Rusia quiere ser un socio fiable. «Estamos dispuestos a entablar un diálogo abierto y respetuoso».

Al finalizar el evento, el presidente de la cita, el embajador alemán Wolfgang Ischinger, trazó un balance sombrío. En los debates quedó claro qué es lo que no está funcionando y cuáles son los peligros que hay que evitar, pero no se escucharon suficientes propuestas concretas para mejorar las perspectivas, se lamentó.

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