Las petroleras disparan sus ingresos desde la invasión de Ucrania: 107 millones extras al día

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Las petroleras disparan sus ingresos desde la invasión de Ucrania: 107 millones extras al día

Un informe de Greenpeace calcula que la industria del petróleo europea ha ingresado 3.300 millones de euros adicionales desde la invasión rusa.

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Las petroleras han disparado sus ingresos desde que Rusia inició la invasión de Ucrania. Estas compañías han ingresado 3.300 millones adicionales en Europa. Así se desprende de un informe de Greenpeace, que destaca que solo en marzo ganaron una media de 107 millones de euros en ingresos extra, 94 millones por la venta de diésel y 13 millones en gasolina. Unos “beneficios inmorales”, como los califica esta organización medioambiental.

El análisis publicado por Greenpeace examina los ingresos adicionales y los beneficios obtenidos durante la crisis por la industria europea del petróleo como resultado de la venta de diésel y gasolina desde que comenzó la invasión de Ucrania. De esta manera, destaca, por ejemplo, que en España las petroleras registraron unos ingresos adicionales de 7,6 millones de euros diarios (7.000 millones por el diésel y 0,6 millones en gasolina). Y así en otros países de la UE.

“Estas diferencias demuestran cómo la industria del petróleo está aprovechando la guerra para aumentar sus precios a lo largo de la cadena de suministro, pese a que los costes de producción no han variado notablemente”, afirma Adrián Fernández, responsable de movilidad de Greenpeace España.

“El mayor lucro extra para las petroleras se produjo en Alemania”, afirma, con 1.180 millones de euros. Tras este país, Francia, con 412,3 millones, e Italia, con 387,6 millones. España se sitúa en cuarta posición entre los países “más rentables para las petroleras durante la guerra con 235,6 millones”.

Ingresos diarios adicionales conseguidos por la industria del petróleo a lo largo de la UE por país.

El análisis de Greenpeace muestra que mientras los precios del crudo subieron 19,38 céntimos/litro entre enero y marzo, los precios del diésel en la refinería aumentaron mucho más en dicho periodo (unos 30-31 cent/l) alcanzando hasta 36,5 cent/l de diferencia en el precio final en el surtidor. “Una tendencia similar a la observada en la gasolina, aunque más débil”.

“Estas diferencias demuestran cómo la industria del petróleo está aprovechando la guerra para aumentar sus precios a lo largo de la cadena de suministro, pese a que los costes de producción no han variado notablemente”, afirma Adrián Fernández, responsable de movilidad de Greenpeace España. Según defiende, “la ayuda de 20 céntimos aplicada por el Gobierno desde la semana pasada acaba directamente en el bolsillo de las petroleras, contribuyendo no solo a alimentar la crisis climática, sino también la maquinaria de guerra de Putin cuya financiación depende de las exportaciones del petróleo ruso”.

Gasolinera en Reino Unido - Steve Parsons/PA Wire/dpa

Gasolinera en Reino Unido – Steve Parsons/PA Wire/dpa

Esta organización señala que, ante la invasión rusa, la Comisión Europea ha permitido a los Estados miembros que establezcan impuestos temporales a los beneficios extraordinarios de las compañías energéticas. “Una posibilidad de la que se están librando las petroleras, ya que los pocos Estados miembros que han aplicado esta medida (entre ellos España) se han centrado únicamente en los beneficios del gas y la electricidad”, destaca. En su opinión, “los líderes europeos deben extender el alcance de estas medidas también al sector de los combustibles, en línea con la propuesta de la Comisión de aplicar impuestos a todos los beneficios extraordinarios en la energía”.

“Las petroleras están ganando millones de euros día tras día mientras se sigue alimentando el conflicto en Ucrania”, critica Klara Maria Schenk, responsable de Clima y Transporte de Greenpeace Europa Central y del Este

Greenpeace apunta también que, tras los precios récord de los combustibles registrados en marzo, países como Alemania o Austria han iniciado sendas investigaciones para detectar posibles acuerdos de fijación de precios o cárteles entre las petroleras. Ante esto, demanda a la Comisión Europea que también dirija sus investigaciones hacia los “desproporcionados” aumentos del precio del diésel y la gasolina a lo largo de la UE para asegurar que “no se deben a un pacto de fijación de precios entre compañías”.

“Las petroleras están ganando millones de euros día tras día mientras se sigue alimentando el conflicto en Ucrania”, critica Klara Maria Schenk, responsable de Clima y Transporte de Greenpeace Europa Central y del Este. “Por eso pedimos a los líderes europeos que detengan este vergonzoso aprovechamiento de la crisis e impongan impuestos a los beneficios de las petroleras”, defiende. “Unos impuestos”, continúa, “que deben ir destinados a ayudar a los hogares más desfavorecidos e impulsen la transición del transporte para dotar a la población de un sistema de movilidad más limpio, accesible a todas las personas y menos dependiente de los combustibles fósiles”.

 

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