La Huella de España en Cuba sin chorizos y mucha música

Cuba

La Huella de España en Cuba sin chorizos y mucha música

El que pudiera tener alguna duda de esa huella, que visite la necrópolis de Colón.

Embajada de España en Cuba

Embajada de España en Cuba

Muy feliz coincidencia del Día internacional del idioma español ese 23 de abril con los festejos virtuales de otra edición de La Huella de España.

Amplia programación cultural alrededor del evento. Esta vez con cero visitas desde Madrid por esta alarma mundial del maldito virus ahora mismo a punto de colapsar el sistema por la agresividad que ha tomado la cepa sudafricana. Y bien recibida porque, como ninguna otra, la cultura española forma parte del componente sanguíneo de este pueblo.

El que pudiera tener alguna duda de esa huella, que visite la necrópolis de Colón, le tire un vistazo a la guía telefónica o que se de una vueltecilla por el consulado para que observe mulatos, negros y asiáticos “luchando” o tramitando su pasaporte español.

Aunque sea La Habana la segunda plaza de mayor migración después de Argentina, donde fue mayoritariamente gallega según los especialistas, en la isla hay más pureza de la tal huella en la manera de expresarnos y costumbres heredadas de otros tiempos.

Ocasión en la que vale recordar a un cubano que fue jefe de Estado en la España del siglo pasado. Se trata del general Dámaso Berenguer y Fusté, nacido en San Juan de los Remedios, octava villa fundada en la isla, y que el propio Rey le ordenara formar gobierno una vez caída la dictadura de Primo de Rivera. Le decían en la escuela donde cursó estudios militares, “el cubanito”.

En fin, que la huella, como es habitual y propósito del evento, ha sido un repaso cultural con tapabocas incluido. Nunca mejor dicho para continuar añorando aquella otra “huella” del buen chorizo, el jamón, una fabada asturiana, el caldo gallego o unos callos a la madrileña que sólo perviven en el recuerdo de los mayorcitos.

Más información