“La Constitución faculta al Estado para intervenir en sectores económicos. Que lo haga, si no es ahora ¿cuándo?”

Oskar Matute

“La Constitución faculta al Estado para intervenir en sectores económicos. Que lo haga, si no es ahora ¿cuándo?”

El diputado de EH Bildu, Oskar Matute, critica la rapidez con la que se aplicó el 155 y que no se actúe, por ejemplo, “para garantizar empleo digno y una vivienda digna”.

Oskar Matute

El diputado de EH Bildu en el Congreso, Oskar Matute. (Foto: Jaime Pozas)

Los fondos europeos llegarán a España en unos meses. Nada menos que 140.000 millones de euros y EH Bildu quiere saber qué plan tiene el Gobierno al respecto. “Hay que ver cómo los quieren repartir”, afirma el diputado Oskar Matute, que alerta sobre las consecuencias de seguir las recetas de 2008, marcadas por un “modelo capitalista”. En caso de volver “a favorecer a las empresas que mantienen este modelo económico”, apunta, “no podrás evitar que la gente se quede atrás”.

Por ello, en una entrevista a EL BOLETIN, reclama “más impulso” al Ejecutivo de Pedro Sánchez. “Quiero respuestas para esas personas en pobreza”, señala. Y es que, tal y como recuerda, “la Constitución faculta al Estado para que pueda intervenir en sectores económicos y anteponer el interés general sobre particulares. Que lo haga, si no es ahora, ¿cuándo?”. “Si todo el mundo dice que vamos a atravesar una crisis que no han vivido nuestros padres ni nuestros abuelos, ¿entonces cuándo?”, se pregunta. Según critica, “para aplicar el 155 les faltó tiempo”, pero “para garantizar empleo digno y una vivienda digna nunca hay tiempo”. Algo que evidencia la influencia que tienen las élites.

Los resultados en las pasadas elecciones en Cataluña, la corrupción, la situación del PP, el ingreso mínimo vital o la vacunación son otros de los temas que aborda en esta entrevista.

-¿Qué análisis hace de los resultados de las elecciones catalanas?

En primer lugar, se vuelve a evidenciar en estas elecciones que existe un debate y un conflicto territorial que determina la política de bloques y el propio apoyo electoral a uno y a otro. El independentismo ha vuelto a mostrar su fortaleza. Ha superado el 50%, que es el mantra que se repetía para invalidar las mayorías independentistas o para no otorgarles la capacidad de ir más allá de determinados límites. En segundo lugar, el independentismo se refuerza, pero por la izquierda. Las formaciones de izquierda son más fuertes dentro del bloque independentista. A la vez, vemos que el constitucionalismo, manteniendo sus números en trasvases de votos entre ellos, si se refuerza es por la extrema derecha. Para nosotros, lo que nos demuestra es que nuestra apuesta por hacer del independentismo de izquierdas un sujeto de transformación de la realidad cobra más fuerza y sentido.

-A tenor de los primeros movimientos, ¿ve viable un gobierno independentista con los comunes o sin ellos?

Personalmente, me gustaría un gobierno de soberanistas e independentistas con los comunes. La fuerza de las posiciones de izquierda sería más notable. No estaría solo ERC y la CUP, sino también otra fuerza que afianzaría la necesidad de construir una soberanía material, que es la que se palpa. La que se traduce en la mejora de las condiciones de vida de la gente en el día a día. Creo que la soberanía no es solo la consecución de una quimera, de una idea, una utopía, sino que también sirve para construir marcos de sociedad que sean más justos e igualitarios que los que sufrimos en el Estado español. Incluso con el gobierno más progresista de la historia vemos que hay enormes dificultades para avanzar en políticas de justicia social.

Las élites, las mismas que lo eran en la dictadura y se transformaron en demócratas de la noche a la mañana, siguen teniendo una capacidad de presión muy notable para impedir avances sustanciales. Creo que los soberanismos y los independentismos de izquierdas tienen correlaciones de fuerzas, tanto en Cataluña como en Euskal Herria, más favorables para llevar adelante esos procesos de transformación sin tener enfrente a esas élites con capacidad de veto.

Muchas veces tengo que responder a la pregunta de ‘si han dicho que quieren derogar la reforma laboral, ¿por qué no lo hacen? ¿nos engañan?’. Seguramente quieren, pero tengo la sensación de que no les dejan, de que hay gente que les amenazan con cosas muy serias para que no la deroguen. Esa gente no se presenta a las elecciones, pero determina cómo tenemos que vivir y trabajar el resto. Y eso no es muy propio de una sociedad democrática, aunque ahora parece que a la gente le asuste y le joda un montón que se diga que no hay normalidad democrática. Y esto en días con Hasel o la musa del nazismo español y viendo la comparación de trato entre uno y otro cuesta creer en la normalidad democrática.

-Sobre esto, ¿no es chocante ver una marcha en Madrid en recuerdo de la División Azul y que se mande a un rapero a la prisión? ¿Qué mensaje se envía?

Se da una imagen muy penosa a la comunidad internacional. Hay estudios que recogen que el Estado español encabeza rankings por encarcelamientos por delitos de opinión, expresión o enaltecimiento. No creo que quienes hablan de la ‘Marca España’ como algo maravilloso estén pensando en ese tipo de cosas. Pero es ahí donde realmente encabeza los rankings. Esa concatenación de hechos demuestra muy bien la situación del Estado español. Uno podrá querer pintarle como mejor le parezca, pero es lo que es. Tuvo un proceso de transición de la dictadura a la democracia que no depuró responsabilidades, permitió que el poder siguiera concentrado en las mismas manos. Permitió, además, que se hiciera una especie de pacto de silencio sobre todo lo que había pasado y sin la exigencia de responsabilidades. Eso ha provocado que mucha gente haya estado agazapada durante tiempo, pero no renuncie a unas ideas que tienen que ver con totalitarismo y con la época de la dictadura. Esos se muestran públicamente cuando hacen atrocidades, como la manifestación nazi del homenaje a la División Azul, y a la vez se manifiesta cuando los poderes titubean y meten en la cárcel por la presión a Hasel o a tuiteros vascos por hacer chistes sobre Carrero Blanco. Esa es la realidad.

“La corrupción es endémica. El sistema económico español no sabe caminar sin su brazo corrupto”

Cuando ahora hay gente que denuncia la falta de normalidad democrática, nos parece bien. Lo venimos diciendo, lo venimos sufriendo mucho tiempo. Cuando hay gente que dice que somos el partido más perseguido de la democracia, nosotros hemos estado ilegalizados. En Euskal Herria hubo una cosa que era la doctrina del todo es ETA que propició Baltasar Garzón, que decía que como todo es ETA podías llevarte por delante periódicos y encausar e imputar a miles de personas. Tres meses antes de que naciera Bildu hubo una manifestación en Bilbao que decía ‘Todos los derechos para todas las personas’. Esa manifestación fue ilegalizada por la Audiencia y, sin embargo, hemos visto una de la División Azul. Nosotros llevamos recorriendo ese camino mucho tiempo y por eso decimos que tenemos la necesidad de defender lo que somos para poder tener un proyecto que no se haga a espaldas de nosotros, sino a favor de la gente.

– El Gobierno trabaja para despenalizar la libertad de expresión, ¿no se actúa tarde?

Que se actúe tarde es menos malo que se diga que se va a actuar y no se haga. Por desgracia los poderes del Estado español muchas veces, ante estos debates, lanzan la posibilidad de cambiar algo, pero lo hacen a muy años vista. Me acuerdo siempre que el servicio militar obligatorio desapareció no por un Gobierno del PSOE, fue el PP y fue Aznar. El Partido Socialista siempre hace esto y quiero ver hechos y no palabras. La realidad es que Hasel ya está en la cárcel.

En Linares hay dos policías en prisión porque ha habido gente que se ha jugado algo, porque la ley mordaza sigue vigente, para grabar unas imágenes que demostraban que actuaban como unos macarras amparados por un Estado que les permite hacer lo que les dé la gana. En Altsasu, lo que fue una pelea de bar, hizo que chavales tuvieran que pasar por la cárcel cuando delitos análogos se han saldado con sanciones administrativas. Hechos y no palabras.

-Regresando al tema catalán, ¿habrá un nuevo referéndum?

Creo que sí. En EH Bildu señalamos que tenemos que ser capaces de hacer entender a la gente que nuestra propuesta es real y factible, porque no se basa en el independentismo mágico. No va a haber un día d y una hora h. Hay que ir trabajando día a día para construir las condiciones que permitan hacer eso. Que va a haber un referéndum, yo confío en que sí. ¿Cuándo? No lo sé. Quien diga que tiene que ser dentro de un año o de seis meses caería en una especie de ilusionismo colectivo que puede servir para que la gente se ilusione, pero que puede no ser real.

Lo importante es que la gente entienda que cada paso que da es un paso que lo acerca. Hay que seguir sumando gente para que al final la coraza del Estado español se quiebre de forma democrática. No tiene demasiado sentido que el Estado hable de la libertad, de la justicia, si luego como pueblo no te dejan llevar hacia adelante un proyecto. A la gente lo que hay que animarle es a hacer camino.

-Estas elecciones han dejado otra instantánea tras dos años de la foto de Colón: Cs se hunde, PP sigue perdiendo diputados y Vox irrumpe en el Parlament.

Sin desmerecer el aumento del PSC, si uno mira los resultados de hace tres años, Arrimadas logró más escaños y votos que ahora el PSC. Entiendo que desde el PSOE digan que es un triunfo épico, pero habéis sacado menos votos que Ciudadanos hace tres años y mira dónde están ahora. Ocultar el conflicto que existe en la sociedad catalana en función de cómo te han ido las elecciones sirve de muy poco. Lo que sí que es evidente es que hay una pulsión política en Cataluña que apuesta por la independencia o una mayor soberanía que es muy superior a la otra y que no ha disminuido.

La foto de Colón era previsible: la derecha extrema, la extrema derecha y la derecha del Ibex unidos para defender su idea fundamental. Su único proyecto político es la unidad y la preservación de España. España no es solo para ellos la herencia de sus ancestros, también es el mercado en el que ellos saben vivir muy bien y mantener sus privilegios. Aunque los empresarios importantes digan que han llegado a su posición a través del esfuerzo y la entrega, la triste realidad es que han llegado por herencia o por la colaboración público-privada. Hay un testigo directo en esto que está en la cárcel, que es Luis Bárcenas, que sabe cómo iban los porcentajes, cómo la obra pública va siempre a las mismas empresas, que hacen mecenazgo con los mismos partidos.

-¿Qué opina de las últimas revelaciones en torno a Bárcenas y el PP?

Para mí no son nada nuevo. Primero, cualquier imputado tiene el derecho a articular la que entienda como mejor defensa para su situación, incluida la de mentir. No obstante, siempre señaló desde el principio que había una línea roja, que era que su mujer no entrara en la cárcel. Ha entrado, por lo que se ha liberado. Todo lo que dice encuentra correlato con muchas de las cosas publicadas. Cuando hablan del 3%, ¿qué pasa, que Bárcenas se lo inventa? ¿El PP se inventa el ‘tres per cent’, que decía Maragall a Pujol? No, parece que en otras comunidades también existía y siempre el mismo porcentaje.

Porque hay corruptores que, aunque son súper liberales, necesitan mamar de la ubre pública, de las obras públicas, para poder mantener sus niveles de beneficios. Haciendo autopistas, haciendo canales… Esa gente probablemente tenga mucho que ver con la corrupción. No hay corrupto sin corruptor. Si esa gente se siente tan poderosa para saber que, sin presentarse a las elecciones, puede obligar al gobierno de turno a hincar la rodilla, también se sienten muy poderosos para decidir que toda persona tiene un precio y que solo se trata de encontrarlo.

“Hay corruptores que necesitan mamar de la ubre pública para mantener sus beneficios”

Si uno analiza las grandes constructoras se las encuentran plagadas de ex políticos. Todos estos que no han demostrado ser unos Bill Gates acaban con unos sueldazos en consejos de administración. Si escarbas un poco ves que en la época en la que tenían un poco de incidencia a estas empresas no les fue mal con la administración pública. Por tanto, es sospechoso cuando Bárcenas demuestra un modus operandi que viene de los tiempos de Alianza Popular. Me lleva a concluir que no está mintiendo y rebela que la corrupción es endémica, que el sistema económico español no sabe caminar sin su brazo corrupto. La fórmula de la corrupción a través de los sobresueldos, los sobrecostes en la obra pública y la adjudicación de obra pública viene vertebrando este Estado desde hace muchas décadas.

-El PP se muda, ¿buscan sede?

No. Hay mucha gente que nos dice que por qué Bildu no se presenta en todo el Estado, pero no es nuestra intención. Nuestro marco de actuación es Euskal Herria y estamos para defender los intereses de Euskal Herria y para ser solidarios con los intereses de los sectores populares del Estado español. Lo que pasa es que sale Casado, tras la hostia electoral en Cataluña, diciendo que se mudan cuando en realidad es que casi te han desahuciado. Y lo han hecho con votos. Ellos prefieren desahucios con porras, pero los ciudadanos les han desahuciado con votos. Lo han hecho en Cataluña, antes en la Comunidad Autónoma Vasca.

Me interesa entre poco y nada las crisis de las derechas extremas y las extremas derechas, me interesa que sean cuanto menos mejor. Mediante los votos y el poder popular, lo único que deseo es que la derecha sea cuantitativa y cualitativamente muchísimo más pequeña de lo que es. Acepto un pequeñito porcentaje como muestra de pluralidad, como animal de compañía, pero no creo que ninguna de sus ideas sea buena para nadie.

-¿Cómo ve al Gobierno? ¿Cómo son las relaciones de Bildu con Moncloa? Hay formaciones que se quejan del trato que reciben del Ejecutivo.

Me alegro de que no seamos los únicos a los que dispensa ese trato. Me ha tocado explicar más de una vez cómo ha sido el debate sobre los Presupuestos, las bambalinas, para alcanzar un acuerdo. La negociación en Euskadi arranca en una mesa, hay papeles y vas siendo consciente de lo que vas consiguiendo y cediendo. Aquí no. Hay una especie de pajes de la corte. Te reúnes, le das una visión, te dice si está de acuerdo. Pasan semanas, te hacen una propuesta, la respondes y te encuentras con que uno o dos días antes no sabes qué hay de pacto o no pacto. No hemos estado en esta situación con ningún otro gobierno, no tenemos ese elemento de comparación. Es un poco caótico.

La pluraridad en el gobierno está bien, pero cuando das una imagen de choque frontal ideológico puedes hacer que la gente que se ha ilusionado se suma en la desesperanza. Podríamos haber hecho lo mismo que en la anterior legislatura, pero hicimos una lectura muy clara. Dijimos que el auge de la extrema derecha está avanzando en toda Europa y o generamos un dique de contención y mostramos nuestra veta más antifascista o corremos el riesgo de que los taraos de Colón acaben llevándose por delante todo. Esto es que se acaben las autonomías, nuestro autogobierno, empiecen a prohibir el euskera. Por eso hicimos lo que hicimos. Tras ese esfuerzo no hemos encontrado una consciencia por parte de ellos de lo que está en juego. En esas peleas que hacen lo que pueden favorecer es que Abascal, con caballo o sin él, entre por ahí (señalando el Congreso). Nosotros podemos convertirnos en una aldea gala, pero en otros lugares es muy complicado.

-¿A esto achaca el tema sobre la derogación de la reforma laboral?

Cuando decimos que hay que acabar con el régimen del 78 es que hay que romper con ese poder de las élites sobre la política de las instituciones. Las instituciones tienen que ser el reflejo de la gente. Somos más la gente de abajo que las élites y las instituciones tienen que empezar a mirar a la gente. Probablemente el régimen del 78 lo que establece es que no se toquen los intereses de las élites. Y en las élites seguramente está que no se toque la reforma laboral o que no se depuren responsabilidades por las atrocidades del franquismo. O que no se depuren los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado de elementos de extrema derecha. Con la reforma laboral, seguramente que hay presiones que hacen que no se pueda avanzar.

Que consideremos que este gobierno es el menos malo de los posibles no significa que olvidemos que el PSOE ha sido un partido vertebrador del régimen del 78. El papel que jugó entonces y que ha venido jugando es fundamental para que no se quiebre el régimen del 78. Necesitas que una parte que representa a la otra España esté sujeta a pacto y ¿quién cogió el rol de representar a la derrotada, a la que perdió la guerra civil? El PSOE. Y no se ha salido de ahí. Igual que digo que lo volveríamos a hacer por compromiso antifascista y es el menos malo de los gobiernos posibles, eso no puede servir para edulcorar la realidad, que es la que es. Muchos partidos son rehenes de esa realidad.

-Sánchez comparecerá el 24 para informar sobre el estado de alarma. ¿Qué balance hace?

No creo que haga un balance muy diferente al de otras ocasiones. Es un balance que intenta poner la mirada en lo positivo, que pasa de puntillas por lo negativo y que viene aderezado de palabras grandilocuentes, que si no se llevan a la práctica se quedan en nada. Hablar de cogobernanza, de no dejar a nadie atrás si luego no lo llevas a la práctica no es nada. Van a llegar 140.000 millones de fondos europeos, 72.000 millones a fondo perdido. Pues hay que ver cómo los quieren repartir. Si en 2008 se dejó a mucha gente atrás porque la rueda capitalista es un modelo de depuración de los sectores que no le resultan rentables y ahora vuelves a favorecer a las empresas que mantienen este modelo económico, no estarás haciendo ninguna transformación. No podrás evitar que la gente se quede atrás.

En España, según Intermon, hay 5 millones de personas en pobreza severa. Tendrán que elegir entre pagar un techo o comer. Si decides percutir en la misma matriz de modelo económico, porque das las ayudas europeas a las constructoras de turno, no estás transformando el modelo y sabes que no vas a salir de esta. Si por lo menos dijeran que van a seguir apostando por la banca y las constructoras, sabes a lo que estás. O te dicen que no, que ya se verá, pues da miedo. Cuando la ministra de Trabajo me dice que el diálogo social es perfecto y maravilloso le digo que hasta cuando, ¿hasta que el empresario diga que está bien? ¿O hasta que pasado un tiempo, si no hay acuerdo, tú puedas hacer cosas como brazo ejecutivo que eres?

La vacuna será eficaz para hacer frente al virus, pero también está sirviendo para asomar la naturaleza humana de ciertas maneras de entender la política

Quiero ver más impulso al Gobierno. Sánchez es un superviviente, podría ir al programa de Supervivientes, no me quiero equivocar con la Isla de las Tentaciones, y seguro que ganaría, pero no se trata de que tú solo sobrevivas. Quiero respuestas para esas personas en pobreza. La Constitución, que no es que la tengamos en un altar, faculta al Estado para que pueda intervenir en sectores económicos y anteponer el interés general sobre particulares. Que lo haga, si no es ahora, ¿cuándo? Si todo el mundo dice que vamos a atravesar una crisis que no han vivido nuestros padres ni nuestros abuelos, ¿entonces cuándo? Para aplicar el 155 les faltó tiempo. Para garantizar empleo digno y una vivienda digna nunca hay tiempo. ¿Quién vuelve a mandar? ¿Los que vota la gente o aquellos a los que no y tienen más pasta?

-Una de las medidas en este asunto es el Ingreso Mínimo Vital (IMV), cuyas deficiencias se han puesto de manifiesto. Bildu pide que lo gestione el País Vasco.

Hay comunidades, como la vasca y la navarra, en las que hay rentas de garantías, ambas por encima de lo que determina el IMV. Cuando planteamos que nos lo den no es para que la cantidad de dinero que llegue del Estado con este ingreso sirva para quitar dinero de lo que se está dando, sino para que se sume. Si hay 140.000 personas en la Comunidad Autónoma Vasca que están en riesgo de pobreza severa es evidente que con lo que se da no llega.

“El ingreso mínimo es una colchoneta de cinco centímetros cuando te estás cayendo de un segundo piso”

A Carmen Calvo ya le he dicho que se vaya preparando porque la siguiente campaña de los grandes medios de comunicación es la de señalar el fraude en la percepción de ayudas. Van a empezar a hablar de bolsas de fraude vinculadas a la inmigración y a mafias. Un discurso que, además de alimentar a Vox, es falso. Y es muy miserable, porque si se compara con el fraude en la corrupción o la evasión fiscal es infinitamente menor. Que se depure, se perfeccione, pero el fraude en ayudas sociales es raquítico.

También, con el IMV no se ha arreglado nada. Es una colchoneta de cinco centímetros cuando te estás cayendo de un segundo piso. Igual permite que no te revientes del todo y puedas tener alguna esperanza, pero no garantiza que salgas indemne. Quien dice eso lo dice desde la ignorancia y probablemente nunca ha vivido en entornos donde la gente se queda en paro o se ven excluidos del mercado laboral. Les diría si estarían dispuestos a que sus hijos vivieran con 400 o 500 euros. Seguramente que no.

-¿Comparte el optimismo de que el 70% de la población estará vacunada en verano?

Creo que no. Si tú coges todas las previsiones desde marzo siempre suele haber hasta 4 escenarios: uno muy bueno, otro soportable, otro que empieza a ser duro y uno que es negrísimo. Siempre ha ido al tercer o cuarto escenario. Cuando empezó el confinamiento la gente decía ‘en cuanto salgamos de esto…’. Pues seguimos en esto. Se ve una línea de disputa muy clara, que es la de la salud colectiva o los intereses económicos de las élites. ¿Por qué determinan que los sectores económicos no básicos solo pueden parar 14 días? Porque presionan para que no paren. ¿Y qué sucede? Que los transportes colectivos van hacinados, que en los comedores de trabajo no hay distancia. Esto hace que el contagio no se combata de manera más eficaz.

No digo que haya que llegar a la lógica de China o de Wuhan del confinamiento bruto, pero la presión económica ha sido tan fuerte que has ido a minimizar su impacto. Sin embargo, a la larga ni siquiera les has ayudado. A base de interrupciones continúas y un mercado a medio gas tampoco permites desplegar toda la reactivación económica. Me gustaría ser optimista, pero este verano lo pasamos con mascarilla.

-Y algunos vacunados y otros no.

Listos ha habido toda la vida. La vacuna será eficaz para hacer frente al virus, pero también está sirviendo para asomar la naturaleza humana de ciertas maneras de entender la política. Hay gente que entiende la política como la obtención de un don o un estatus que te permite estar por encima de otra gente. Son unos jetas. ¿Si hay sobres por qué no va a haber vacunas para ellos? No solo por el PP, también los hay en el PNV y en otros muchos partidos. Es la política para servir a los demás o para servirte a ti mismo.

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