Filántropo, filósofo, escritor y, últimamente, más interesado en promocionar sus libros de artículos que en el día a día de los mercados financieros, George Soros ha empezado a buscar compradores para algunas de sus compañías. En Wall Street, sin embargo, no acaban de creerse que el viejo tiburón vaya a retirarse de verdad.
De momento, lo único que parece ser real en la batería de rumores que han surgido sobre el asunto es que Soros ha contratado al Deustche Bank para que encuentre un comprador para Crystal Financial, una empresa creada hace sólo dos años que se proponía ayudar con financiación a empresas viables que tuvieran problema para dar créditos.
La firma tuvo algunos clientes famosos como American Apparel, la famosa empresa textil estadounidense o la cadena de supermercados Piggly Wiggly, pero los excesivos tipos de interés que cobraba, según explican algunas malas lenguas de Internet frenó el esperado desarrollo del negocio.
Y esa podría ser una explicación más creíble para la decisión de venderla que ha adoptado Soros que la posibilidad del inicio de un traspaso lento y paulatino de todos sus negocios. Sin embargo, las dos explicaciones han hecho fortuna en Internet.
