Garamendi define la postura de CEOE en notas internas: dirá ‘no’ a otra subida del SMI

Loso periódicos digitales

Garamendi define la postura de CEOE en notas internas: dirá ‘no’ a otra subida del SMI

El presidente de la patronal aclara su posicionamiento después de que el vicepresidente, Sánchez Llibre, defendiera la necesidad de aumentar el salario mínimo

Antonio Garamendi, Vicepresidente de la CEOE y presidente de Cepyme

La patronal define su postura de cara a la consulta que le hará el Gobierno antes de que acabe el año para fijar la cuantía del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2020: no apoyará otro incremento basándose en la evolución plana del IPC en 2019 y en las previsiones de enfriamiento de la economía. Lo hace,su presidente, Antonio Garamendi, a través de notas internas a sus socios enviadas después de que el vicepresidente de la CEOE y presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, apostara este mismo lunes este lunes por aumentar el salario mínimo sin concretar cuánto ni cuándo, y abriera la puerta a desarrollar una renta mínima.

Lo cuenta hoy la información.com que explica que según consta en notas internas dirigidas a distintos socios de la Confederación a las que dice haber tenido acceso, la patronal no apoyará un nuevo incremento de este sueldo legal de referencia –fijado ahora en 900 euros– basándose en la evolución plana del Índice de Precios de Consumo (IPC) en 2019 y en las previsiones de enfriamiento y ralentización de la economía para 2020.

Recuerda el digital que fijar el salario mínimo para el ejercicio siguiente es potestad exclusivamente del Ejecutivo, tal y como establece la legislación. Si bien el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores obliga a consultar previamente con las organizaciones sindicales y asociaciones empresariales, lo cierto es que se trata de una consulta meramente preceptiva. Y la CEOE ya ha decidido su respuesta: dirá ‘no’ a Pedro Sánchez cuando en diciembre les traslade sus planes para el SMI.

El presidente en funciones ya ha anunciado su intención de subirlo progresivamente, hasta alcanzar el 60% del salario medio –unos 1.200 euros mensuales– al final de la próxima legislatura, en 2023. Y, de hecho, los empresarios ya se están preparando para encajar el primer ‘golpe’ a su factura de costes laborales en 2020. Dan por hecho que Sánchez aprobará un nuevo impulso al SMI para el año que viene porque lo contrario implicaría congelarlo y eso solo ha pasado dos veces en la historia: en 2012 y en 2014, en ambos casos bajo Gobiernos de Mariano Rajoy que alegaron como motivo principal la crisis económica.

Y recalca que aunque desde el Ministerio de Trabajo se han mostrado partidarios de que la decisión del Gobierno se fundamente en el acuerdo de las organizaciones empresariales y sindicales, en la patronal no olvidan que Sánchez se saltó el diálogo social para pactar directamente con Pablo Iglesias una subida del SMI del 22,3% en 2019, hasta los 900 euros mensuales, a cambio del apoyo de Unidas Podemos a los Presupuestos, que finalmente fracasaron y acabaron por tumbar la legislatura y precipitar las elecciones del 28-A. Por eso, ahora, Antonio Garamendi se va a plantar ante Sánchez

Sin unanimidad en CEOE

En todo caso, la postura de la CEOE no es unánime. Mientras Garamendi rechaza de plano nuevas subidas en la actual fase de desaceleración de la economía, su vicepresidente catalán, Josep Sánchez Llibre, se desmarca del discurso reinante en la Confederación y apuesta abiertamente por aumentar el sueldo mínimo legal en España para acabar con la precariedad que se ha cebado con el mercado laboral tras la crisis.

Sánchez Llibre ha roto filas esta misma semana. El lunes, el Instituto de Estudios Estratégicos de Foment del Treball, el ‘think tank’ de la patronal catalana que preside, proponía subir el salario mínimo en un documento titulado ‘Por un nuevo pacto social. Ante los retos del capitalismo y la democracia’, donde se señala que la desigualdad, la excesiva precariedad de muchos empleos y los bajos salarios son un factor de inestabilidad y pueden poner en riesgo el crecimiento económico. Si bien el laboratorio de ideas y sus responsables evitaron cuantificar la subida del SMI o indicar cuándo habría que alcanzarlo.

No es la primera vez, no obstante, que el también vicepresidente de la CEOE apoya la subida del salario mínimo. Ya lo hizo el año pasado, desmarcándose de los planteamientos más alarmistas de la CEOE.

De cualquier manera, es el posicionamiento de la CEOE, encabezado por Garamendi, el que se trasladará a Sánchez cuando éste plantee a los empresarios su maniobra para el SMI a finales de año. Dentro de la patronal se extiende el pensamiento de que el AENC ya fijó los 1.000 euros de salario mínimo en convenio y se debería dejar a los agentes sociales llegar a esa cifra mediante pactos, y no por decreto. Ese será uno de los argumentos para rechazar una nueva subida del salario mínimo. El otro, que la economía se frena, con ella la creación de empleo, y no es el momento de elevar los costes laborales.

Más información