“No veas la de tiempo que llevamos nadando entre documentación”. El trabajo no ha sido fácil. La contratación pública es un bosque farragoso. Así lo saben los trabajadores del Hospital La Paz. Pero las conclusiones ya han salido a la luz y los puntos negros también. Los contratos de las cocinas del centro han estado en el ojo del huracán por los intentos de privatización.
El sindicato MATS ha registrado esta semana una petición de nulidad para que la Consejería de Sanidad ponga punto y final al concurso para la construcción del Edificio de Hostelería. La petición viene fundamentada por una serie de irregularidades que han detectado en esos meses de buceo.
A través de un dossier, el movimiento de trabajadores ha relatado más de una decena de aspectos cuestionables e irregulares en los anteriores contratos de cocina y cafeterías del centro madrileño y en el nuevo expediente que ha lanzado la Comunidad de Madrid. De hecho, van varios años haciéndose mal las cosas.
Las eternas prórrogas
“El contrato de cesión de la cafetería de personal actual expiró el 28 de agosto de 2014”, recuerdan desde MATS. Sin embargo, al igual que sucede en otros hospitales, la empresa ganadora –Serunion- “sigue explotando esta cafetería desde entonces sin concurso público, durante casi cuatro años”.
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Ahí radica la primera irregularidad que han identificado, pero no es la única. El contrato de máquinas de vending actual también recayó para Serunión y “lleva extinguido más de siete años, desde 2010”. Los problemas con este expediente ya los reseñó la Intervención General, tal y como recuerdan los profesionales.
El tipo de contrato y el (no) inventario
“Se dictaminó en su informe correspondiente al ejercicio 2013 que este contrato, con código CA 20/05, estaba tramitado como contrato administrativo especial, cuando debía considerarse como supuesto de ocupación demanial. Según la intervención, esto suponía varios incumplimientos normativos”, destacan desde MATS.
Mientras tanto, los trabajadores han ido viendo cómo en las cocinas del Hospital La Paz aparecieron entre febrero y mayo de 2018 varios aparatos “regalados por Serunion” y sin número de inventario, ni contrato de compra. Según el dossier, esto está siendo habitual porque “la cocina tiene más equipos de los que aparecen en el listado”.
¿Y el contrato de la sala de descanso?
Un caso parecido sucede, como recalcan en MATS, con la sala de descanso: “Hace unos meses se inauguró una nueva sala de descanso para el personal. No figura en el perfil del contratante el contrato de obras para la creación de esta sala. Además, cuenta con cinco máquinas de vending más de las que había en la sala antes de su reforma, sin que la empresa concesionaria (Serunion) pague por ellos un canon mayor”.
Vuelven con el plan de privatización de las cocinas que ya pararon las trabajadoras en 2014. Esta vez tampoco cuela https://t.co/zKcDJRw5Rz
— MATS (@matsmadrid) 28 de junio de 2018
No obstante, el antiguo contrato de cocina y de cafetería del hospital público no es exclusivo de esta atención de MATS. El nuevo expediente también cuenta, según los profesionales, con varios aspectos a comentar.
Las dudas con la línea fría
El primero de ellos tiene que ver con la línea fría que se quiere instalar en La Paz: “El Hospital Gregorio Marañón es el único de los grandes hospitales en el que está implantada la línea fría en la cocina. Según la encuesta de satisfacción de pacientes de 2017, es el hospital de alta complejidad que recibe peores valoraciones”.
Cinco contratos en uno…
Sin embargo, el sindicato ha hecho hincapié en que el contrato es nulo de pleno derecho porque “no está justificado que un mismo contrato contenga cinco prestaciones”. Esto quiere significar que se pretende en un mismo concurso construir un edificio de cocinas, gestionar la cafetería de personal y la de visitantes, suministrar los víveres al hospital, explotar las máquinas de vending y el comedor de guardia”.
El MATS considera que este “extraño contrato” debería realizarse en cinco contratos diferentes. Con esta fórmula que ha impulsado la Comunidad de Madrid, según la organización de trabajadores, “solamente se beneficia a las grandes empresas, por ejemplo, a la que ya gestiona dos de estas prestaciones, Serunion”.
Los vetos a Serunion y Ferroser
De esta manera, los profesionales no dudan en hablar de un contrato “diseñado a medida para las grandes empresas”. Entre ellas, la citada Serunión que, para MATS, tiene una gestión “lamentable” de este tipo de servicios, “con múltiples incidencias” en otros hospitales españoles.
Otra cucaracha aislada y puntual en la urgencia. Día tras día @cifupresidenta @eruizescudero Esto ni es humanizador, ni es higiénico ni es decente. HOSPITAL LIMPIO YA pic.twitter.com/aL9Skd9ADF
— Urgencias La Paz (@Urgenciaslapaz) 16 de marzo de 2018
La segunda de estas compañías señaladas por los trabajadores también es conocida en La Paz: se trata de Ferroser. Actualmente, la empresa se encarga de la limpieza del hospital y, como alertan en MATS, cuenta con “un historial lamentable” dejando “el hospital notablemente sucio y a menudo con cucarachas y otros insectos”.
La inviabilidad económica
Asimismo, el informe analiza que los 31,5 millones de euros que percibirá la empresa concesionaria durante 15 años, destinados al pago de los víveres y las comidas del personal de guardia, no terminan de cuadrar por su insostenibilidad.
Una conclusión que han sacado en MATS después de calcular que las máquinas de vending y las cafeterías deben dar unos beneficios (después de pagar sueldos y demás gastos) de 730.000€ al año. “Para hacernos una idea, el canon que se paga actualmente por las máquinas de vending es de 59.000€ y por la cafetería de personal, 16.000€. Si la empresa adjudicataria consiguiese obtener este espectacular margen de beneficio, le bastaría únicamente para pagar el edificio. Seguiría sin ganar dinero con el conjunto del contrato”, completan.
El cuestionado modelo PFI
Es más, este modelo de concesión –el famoso PFI- ha sido duramente criticado en la Asamblea de Madrid por PSOE y Podemos por la falta de transparencia y los sobrecostes que han dejado los siete hospitales construidos en la época de Aguirre, a través de esta fórmula.
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Por último, el MATS no olvida que estas intenciones de la Consejería de Sanidad en La Paz ya fueron frenadas por las trabajadoras de la cocina. “El proyecto es de febrero del año 2014, como puede comprobarse en los pliegos, entonces la movilización paralizó el proyecto”. Ahora, la Comunidad de Madrid vuelve a la carga y los profesionales responden.
