Este plan de ajuste se aplicará sobre BBVA, que cuenta con alrededor de 23.300 empleados, quedando fuera el resto de las sociedades de la entidad en España.
Está previsto que el banco ofrezca mañana una introducción sobre sus planes y se constituya la mesa negociadora, sin que todavía se pongan encima de la mesa las cifras de afectación.
Aunque no se conoce la magnitud del procedimiento de ajuste, el plan podría contemplar la salida de unos 3.000 trabajadores. Los sindicatos consideran esta cifra alta y negociarán para que el impacto sea el menor posible.
Por su parte, BBVA afrontará este proceso con actitud dialogante, con el compromiso de seguir criterios de objetividad y con la voluntad de llegar al mejor acuerdo posible para todos.
La entidad presidida por Carlos Torres entiende que para garantizar su competitividad y la sostenibilidad del empleo a futuro, resulta «imprescindible» continuar trabajando de forma aún más decidida en reducir su estructura de costes.
Para apoyar esta decisión, se justifica en el contexto de «profunda transformación» en el sector, marcada por una enorme presión competitiva, bajos tipos de interés, la adopción acelerada de los canales digitales por parte de los clientes y la entrada de nuevos actores digitales.
