¿Una ‘robotasa’ en España para hacer frente a la automatización del empleo?

Impuesto a los robots

¿Una ‘robotasa’ en España para hacer frente a la automatización del empleo?

El sindicato UGT ha propuesto una serie de medidas para abordar la repercusión de las nuevas tecnologías en el empleo, entre las que se encuentra la creación de nuevos impuestos.

Inteligencia artificial

Amazon ha abierto un supermercado sin cajas ni dependientes, ya hay bares que tienen brazos robóticos para hacer cócteles personalizados y las fábricas incorporan cada vez más máquinas para acelerar los procesos. El desarrollo de las nuevas tecnologías tiene un impacto creciente en el mercado laboral, como revelan los datos recopilados por la Federación Internacional de Robótica: el promedio de robots por cada 10.000 empleados en las industrias manufactureras sube con fuerza cada año y España es uno de los países europeos donde mayor es esta densidad de las máquinas. Para hacer frente a esta situación, el sindicato UGT ha publicado una serie de propuestas entre las que destaca la creación de una ‘robotasa’.

“Desarrollar nuevos impuestos asociados a las nuevas tecnologías que repartan los beneficios empresariales de manera más justa”, apunta el sindicato en un informe titulado ‘Impacto de la automatización en el empleo en España’. La idea es que las empresas obtengan mayores beneficios gracias a la automatización repartan esta riqueza de forma justa y se compense así el descenso en la creación de puestos de trabajo que pueda conllevar el avance tecnológico.

En este sentido, UGT aboga también por “poner en marcha nuevos sistemas de rentas para aquellas trabajadoras y trabajadores que no puedan adaptarse a esta nueva realidad”.

Las dos son medidas a largo plazo para reducir el impacto de la automatización en el empleo, pero el sindicato propone también iniciativas en el medio plazo, como la reducción paulatina de la jornada laboral “llegando a las 32 horas semanales (4 días de jornada laboral) sin reducir el salario”. Con ello se busca que la vida laboral del trabajador sea menos del 40% de su vida biológica. A raíz de esta medida, el sindicato defiende promocionar el empleo “en aquellos sectores que se beneficiarían directamente de la reducción de la jornada laboral, como los relacionados con la salud y los cuidados, el ocio o la ecología”.

En el corto plazo, UGT reclama el desarrollo de un Plan Nacional de Inclusión Tecnológica que no “deje a nadie atrás”, así como la adaptación de la educación a las demandas actuales del marcado de trabajo y fomentar políticas de empleo para formar a los trabajadores en las nuevas tecnologías, junto a un “derecho a la formación continua” de los empleados.

Según las conclusiones del estudio realizado por el sindicato “el desarrollo de la revolución tecnológica tendrá consecuencia en millones de empleos en España. Se va a producir una pérdida en la calidad del mismo, un alto incremento de la desigualdad y un fuerte aumento de la polarización”. De acuerdo a las cifras de la Federación Internacional de Robótica, en 2016 (los últimos datos recogidos) en nuestro país hay 160 robots en las fábricas por cada 10.000 trabajadores, un grado de automatización de las factorías superior al de países como Canadá (145), Finlandia (138), Francia (132) o Suiza (128). El experto en digitalización José Varela, que participó en la presentación del estudio de UGT cifra entre uno y 6,7 millones el número de empleos que se puede perder por la digitalización “de aquí a 2030”.

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