Sánchez Martos, ¿la próxima ‘víctima’ de la maldición de los consejeros de Sanidad en Madrid?

Sanidad

Sánchez Martos, ¿la próxima ‘víctima’ de la maldición de los consejeros de Sanidad en Madrid?

Como sucedió con sus predecesores, las voces de dimisión contra Sánchez Martos por su gestión no se han hecho esperar.

Jesús Sánchez Martos, consejero de Sanidad

Las peticiones de dimisión por parte de los profesionales de la sanidad pública madrileña se han convertido ya en una tradición. De hecho, en numerosas ocasiones se ha hablado de la ‘maldición’ que supone aceptar el cargo de consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Y es que el patrón se repite entre los distintos políticos que se han encargado de este departamento en los últimos años: los colectivos exigen al poco tiempo su salida por su gestión. Algo que se vuelve a vivir con el actual responsable, Jesús Sánchez Martos.

La llegada de Cristina Cifuentes al poder no ha alterado la polémica en torno a los consejeros de Sanidad. Hasta el momento, Sánchez Martos no había provocado ninguna (gran) crisis como sí sucedió con sus predecesores: Juan José Güemes y Manuel Lamela fueron señalados por las privatizaciones que inició el Gobierno de Esperanza Aguirre; Javier Fernández-Lasquetty protagonizó múltiples choques contra la Marea Blanca y sufrió un duro varapalo donde la Justicia frenó las nuevas privatizaciones que intentó; Javier Rodríguez es recordado por la gestión del Ébola y sus salidas de tono y Javier Maldonado, pese a que estuvo poco tiempo, le estalló una serie de irregularidades en el Hospital Gregorio Marañón, así como la falta de respuesta ante la hepatitis C.

No obstante, las miradas y dudas con el actual consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid han estado presentes desde bien entrado su mandato ya sea por sus polémicas declaraciones (como cuando tuvo que ser rectificado por la propia Cifuentes negando nuevas privatizaciones o por sus contestaciones a la Marea Blanca) o sus movimientos en Twitter (pidiendo médicos o lo que sucedió con Goretti Pacheco, la enfermera que le reclamó vacunas para un centro de salud, que levantó a toda la Enfermería madrileña). Aun así, en las últimas semanas, la presión contra Sánchez Martos se ha multiplicado dando lugar a las voces exigiendo su dimisión.

Móstoles y los presupuestos

Los planes con el Hospital Universitario de Móstoles y la votación de los presupuestos de 2017 han acelerado la tensión entre los profesionales y el consejero de Sanidad. De hecho, los médicos madrileños escenificaron en una rueda de prensa la ruptura total con Sánchez Martos. Un conflicto que coincidió con su anuncio de reconvertir 130 camas del centro mostoleño en unidades de media y larga instancias. Un plan que fue ampliamente rechazado por vecinos, colectivos, sindicatos y partidos al denunciar un intento de potencia al hospital de gestión privada que también convive en el municipio: el Hospital Rey Juan Carlos. Finalmente, las movilizaciones y la respuesta unánime obligaron al Gobierno regional a dar un paso atrás, aunque la desconfianza ya es total.

Una mecha de la paciencia que comenzó a consumirse, como recuerdan desde AFEM, en las reuniones celebradas con el propio político: “El 30 de mayo de 2016 los representantes de los médicos, ICOMEM-AMYTS-AFEM, nos reunimos en rueda de prensa para exigir al consejero un cambio de rumbo en temas como la precariedad laboral. La reacción del consejero fue tachar las propuestas de electoralistas”. Al tiempo, estas organizaciones volvieron a tocar el tema ante la paralización del asunto y el desenlace fue aún peor, según lamentan: “El consejero no se dignó a asistir”. Unas condiciones laborales de los profesionales de la sanidad madrileña que han estado en boca de los sindicatos durante toda la negociación de los presupuestos.

Esperanzados en que las reivindicaciones históricas se plasmasen en las cuentas acordadas entre Ciudadanos y el PP, la votación de los presupuestos celebrada la semana pasada en la Asamblea de Madrid ha supuesto otro golpe de realidad. El rechazo a la enmienda presentada por la oposición para suprimir una medida “que suponía dejar que la jornada no se aplicara con descuentos de los 200 euros de las guardias” ha dado un vuelco definitivo a la relación.

“Su propio partido y su socio en la Asamblea de Madrid le enmendaron la plana anulando el reconocimiento administrativo en la ley de presupuestos para el 2017. Ahora le tocará explicar que era puro humo a los más de 70.000 trabajadores que creyeron en el proyecto”, reprocha AFEM a Sánchez Martos. Por ello, la profesión, como sucedió con la defensa del Hospital Universitario de Móstoles, está comenzando a exigir la dimisión del consejero de Sanidad por su gestión.

Y es que como ha querido resumir AFEM, el legado de Sánchez Martos estaba destinada a esta petición de cese: “Tenemos a un consejero que no ha sabido cumplir su palabra, al que se le derrumba el castillo de naipes, que ha prendido la mecha de las mareas en Móstoles, al que le dimiten tanto dentro como fuera y que para justificarse ningunea a los profesionales sanitarios, que en última instancia son los que hacen la Sanidad y no él”.

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