Primeras luces navideñas en La Habana

Cuba

Primeras luces navideñas en La Habana

Por ver en estos días qué hará el sector privado, con capacidad y posibilidades que no tienen ahora mismo el gobierno y sus empresas estatales.

Luces de navidad

Luces de Navidad

Pegan fuerte, muy fuerte las tradiciones y costumbres. A pesar de las dificultades, que no son pocas, y los desánimos, que son numerosos, muchos en Cuba no han renunciado ni a lo alegórico ni a lo festivo. Sin duda alguna, partidarios del optimismo, celebrarán con la esperanza de que vendrán mejores tiempos.

De momento, dada la crisis que casi ni medicamentos se pueden importar por falta de moneda fuerte y bloqueo gringo incluido, la ausencia de artilugios con motivos navideños brillan por su ausencia en los centros comerciales gubernamentales lo que ha obligado en las casas a echar mano de arbolitos, guirnaldas, adornos e incluso los llamados ”nacimientos” o belenes de otras épocas remotas que alguien en la familia ha tenido a bien conservar año tras año a pesar del mal estado del pesebre con un bracito de menos en el niño Jesús.

Por ver en estos días qué hará el sector privado, con capacidad y posibilidades que no tienen ahora mismo el gobierno y sus empresas estatales, y que al día de hoy se centran básicamente en temas de alimentación y bebidas de cualquier tipo no así en los restaurantes donde hasta podrían aparecer el mismísimo Papá Noel o nuestros tres Reyes Magos con la carta menú repleta de selectivos precios.

Y “así las cosas”, como solía despedirse un colega ya fallecido, Fritz Suárez Silva, en la capital  comienzan a llegar moderadas brisas navideñas cuando faltan horas para entrar en diciembre en que serán más visibles dentro y fuera del hogar a partir de la visita de parientes y amistades desde el exterior que traerán los tradicionales gorros cónicos rojos y comestibles sellados al vacío.  Sólo una aerolínea, American Airlines, ha dicho que desde Miami serán 80 vuelos semanales que, si fuera preciso, aumentarían.

Navidades en las buenas y en las malas. Así de sencillo.

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