Podemos pide a Felipe VI que condene las actividades de su padre en su mensaje de Nochebuena

Podemos pide a Felipe VI que condene las actividades de su padre en su mensaje de Nochebuena

Gerardo Pisarello afirma que la monarquía habrá perdido “su razón de ser” si rechaza la demanda de transparencia y no respalda la investigación al emérito.

Felipe VI

Unidas Podemos ha asegurado que lo “mínimo” que puede hacer el Rey Felipe VI durante su discurso de Navidad es “condenar” las actividades irregularidades de su padre Juan Carlos I y ha subrayado que, si opta por “callar”, será un signo de “debilidad” de una institución “a la defensiva” que habrá perdido “su razón de ser”.

Así lo ha indicado en rueda de prensa el secretario primero de la Mesa del Congreso y dirigente de En Comú Podem, Gerardo Pisarello, para destacar que estarán muy atentos al habitual discurso del monarca con motivo de Nochebuena.

Pisarello, recoge Europa Press, ha sostenido que la propia Casa Real admitió hace unos meses que el rey emérito pudo cometer “posibles acciones fraudulentas” y que el propio Juan Carlos I, en su discurso de 2012, sostuvo que las personas con responsabilidades públicas debían tener una actitud “ejemplar” y que, cuando responsables públicos estaban implicados en irregularidades, era “normal que la sociedad reaccionase”.

Además, Pisarello ha subrayado que esas palabras que profirió hace diez años el emérito pudieron coincidir cuando estaba cometiendo presuntas actividades irregularidades.

En consecuencia, el diputado de Unidas Podemos ha enfatizado que Felipe VI tiene que hacer mención a la situación de su padre y lanzar un mensaje de condena, defender que se “investigue hasta el final y a fondo” este asunto y dejar “claro” que debe haber transparencia en torno a la monarquía para que ningún miembro de la Casa Real pueda tener privilegios.

Todo ello para Pisarello sería la “reacción adecuada” de un “rey ciudadano, respetuoso con la legalidad constitucional que juró cumplir”. Sin embargo, “callar” y fingir que este año “no ha pasado nada” sería un signo de “debilidad” y demostraría también que la monarquía está “a la defensiva”, “incapaz” de conectar con la demanda de transparencia por parte de la población y, finalmente, un signo de que la institución “ha perdido su razón de ser en la sociedad”.

Más información