Oxfam tilda de «fracaso catastrófico» el trabajo de la comunidad internacional por lograr un alto el fuego

Conflictos armados

Oxfam tilda de «fracaso catastrófico» el trabajo de la comunidad internacional por lograr un alto el fuego

Oxfam Intermón ha hecho una recopilación "de actos de agresión y de combate".

Combatientes de una milicia de Misrata leal al Gobierno de Libia en Trípoli

La ONG Oxfam Intermón ha lamentado este martes el «catastrófico fracaso» de la comunidad internacional al no lograr alcanzar un alto el fuego a nivel global, «necesario» para que los países en conflicto puedan centrar sus esfuerzos en contener y hacer frente a la pandemia de Covid-19.

En su nuevo informe ‘El conflicto en tiempos del coronavirus’, Oxfam Intermón ha hecho una recopilación «de actos de agresión y de combate» desde que comenzó la crisis sanitaria llevados a cabo por parte de diversos actores en varios países que se encuentran actualmente en guerra.

La ONG ha denunciado que las armas continúan llegando a las zonas de conflicto, «lo que se suma a años de poca inversión en esfuerzos para consolidar la paz» y significa a su vez «el fracaso diplomático del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas».

El viernes pasado, ante la negativa de Estados Unidos, ha recordado la ONG, «no se sometió a votación una resolución para impulsar un alto el fuego mundial, tal y como ha propuesto el secretario general de la ONU, Antonio Guterres».

«Esperábamos el liderazgo del Consejo, así como de muchos de los países que dicen apoyar el alto el fuego pero que, sin embargo, siguen participando activamente en los conflictos de todo el mundo, llevando a cabo operaciones militares, vendiendo armas y apoyando a terceros», ha denunciado el director ejecutivo interino de Oxfam, José María Vera.

La ONG ha señalado que unos 2.000 millones de personas que viven en países en conflicto se encuentran actualmente a merced de la pandemia, debido a que los sistemas de salud están colapsados o los hospitales han sido bombardeados.

Oxfam ha apuntado que los 1.900 millones de dólares gastados en la industria militar y armamentística «podrían haber cubierto el llamamiento de las Naciones Unidas para responder a la crisis del coronavirus más de 280 veces».

PAÍSES EXPORTADORES DE ARMAS

Vera ha exigido a los países exportadores de armas que dejen «de alimentar los conflictos» y, en cambio, empleen sus esfuerzos en convencer a las partes «a aceptar un alto el fuego mundial».

La ONG ha elaborado una lista de países que, con la venta de armas, estarían recrudeciendo y perpetuando guerras en lugares como Yemen o Siria.

Países como Francia, Reino Unido, Alemania o Canadá están vendiendo armamento militar a Arabia Saudí, que lo emplea para «alimentar la guerra en Yemen», al igual que Rusia en Siria.

VIOLACIÓN DEL ALTO EL FUEGO

Oxfam ha señalado algunos de los casos más desatacados dentro de su informe, como el de República Centroafricana, donde los grupos armados han roto el alto el fuego, pese a que en un principio 14 de ellos firmaron un acuerdo de paz con el Gobierno en febrero de 2019.

En Birmania, por ejemplo, el Ejército ha rechazado llamamientos tanto de carácter nacional como internacional para un alto el fuego completo mientras los enfrentamientos han aumentado en el estado de Rakhine, en donde miles de personas viven hacinadas en campos de refugiados.

La ONG denuncia que Arabia Saudí anunció un alto el fuego unilateral durante dos semanas en Yemen a partir del 9 de abril, que luego amplió a un mes, aunque todas las partes del conflicto han continuado con los enfrentamientos.

«Apenas la mitad de las instalaciones médicas de Yemen sigue funcionando y este año ha habido más de 100.000 casos no confirmados de cólera», ha señalado

En Colombia, por otro lado, la ONG lamenta que el anuncio del alto el fuego de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) no haya sido secundado por el Gobierno de Iván Duque.

En Afganistán, los talibán, tras el aplazamiento de las negociaciones de paz, rechazan dejar las armas «si no hay reciprocidad» por parte del Gobierno, según la ONG.

La situación de violencia actual que se vive en Burkina Faso, «hace prácticamente imposible que la población pueda acceder a artículos y servicios esenciales como el agua, los alimentos y la asistencia médica», ha agregado.

Y por último, en Sudán del Sur, la ONG lamenta que los organismos e instituciones que estaban financiando los procesos de paz hayan cortado las ayudas para priorizar «la respuesta al coronavirus por encima de todo lo demás».

«Décadas de conflicto han devastado los sistemas de salud y las economías de países asolados por guerras», ha expresado Vera, para quien «alimentar los conflictos durante una pandemia» es algo «censurable».

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