Sueldos fuera

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Sueldos fuera

Si se acabasen los sueldos, esto de la crisis se arreglaba en un santiamén. Libres de nóminas, pagas extra y cargas laborales, las empresas irían viento en popa. El gran problema de España son los sueldos, qué duda cabe. La economía no despega, diga lo que diga el Gobierno, y la causa es bien sencilla. Los trabajadores que siguen conservando el empleo, cada vez menos dicho sea de paso, se empeñan en seguir cobrando un sueldo mensual. Y para colmo de males, van los sindicatos y los defienden. ¡Habrase visto, coño!

Si se acabasen los sueldos, esto de la crisis se arreglaba en un santiamén. Libres de nóminas, pagas extra y cargas laborales, las empresas irían viento en popa. Pero hasta que esa meta no se alcance, esto no tendrá arreglo. En los últimos cuatro años los sueldos bajaron como media en España un cinco por ciento. Pero eso no es nada, pecata minuta. Para los sueldos cero, aún falta.

Lo dice, además el FMI de Cristina Lagarde, cuyos expertos lo arreglan todo cortando por lo sano el nivel de vida de los ciudadanos, que se obstinan en querer vivir bien. Hay que dar facilidades a las empresas para que bajen los sueldos hasta eliminarlos. Más, quieren decir. Y eso que no son muy elevados, un 36 por ciento menos que en Alemania y un 28 por ciento por debajo de los franceses, pero los españoles somos diferentes.

El día en que sueldos, salarios y jornales desaparezcan y los empleados y obreros trabajen de borla, ya verán como España vuelve a la senda imperial que nunca debió abandonar. Entonces va a poder competir incluso con los chinos fabricando barato y con las costureras de Bangla desh que por un euro al día trabajan catorce horas sin quitarse el dedal del dedo índice.

Es extraño que personas tan capacitadas como Montoro y Guindos no hayan caído en la cuenta de que con un Decreto prohibiendo a los empresarios pagar los sueldos y otro dando pautas para el trabajo gratis de obreros y empleados bajo el lema “todo por la Patria” y el objetivo de recuperar los beneficios empresariales hasta el top occidental que nuestro país debe ocupar. Pero no hay que desesperar. Este Gobierno es lento. Todo se andará.

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