Cada día es más frecuente ver a hombres y mujeres talluditos que se resisten a abandonar el nido. Dicen los afectados que es por la crisis, por la falta de empleo, de expectativas de futuro y, en definitiva, de pasta, pero no siempre hay cuestiones económicas ni de necesidad detrás del hecho de que lo retoños sigan residiendo en el hogar familiar. Así, a la sopa boba.
Algunas veces no se van de la casa familiar por pura vagancia. Que a decir verdad es muy cómodo seguir en casita sólo para comer y dormir, un plan de vida que según mi madre es querer vivir en la ‘pensión del sopapo.
Pero si los padres actuales ya están que trinan de aguantar hijos treintañeros, la cosa pasa de castaño oscuro si el vástago supera los cuarenta. Y eso es lo que ha pasado a una pareja veneciana que ha demandado a su hijo… de 41 años ante la Justicia italiana para que se vaya de casa, según informa la prensa local.
En la denuncia del matrimonio de septuagenarios se argumenta que el hijo tiene un empleo fijo y se gana bien la vida, pero se niega a irse a vivir solo y encima pretende que su madre le lave y planche la ropa además de prepararle la comida, algo que estresa lógicamente a su progenitora, que a su edad cree que tiene bien merecido un descanso.
Por tal motivo. los sufridos padres han dado al hijo gorrón un plazo de 10 días para que consiga un alojamiento y se mude. En caso contrario continuarán con la demanda y procederán a una acción de desalojo, con el ejército si fuera necesario les falta añadir. Creen que es hora de que el ‘muchacho’ haga su vida.
