Oleada de nacionalizaciones de energéticas en Europa para evitar el colapso del sistema

Crisis energética

Oleada de nacionalizaciones de energéticas en Europa para evitar el colapso del sistema

El mayor número de operaciones está teniendo lugar en Alemania, cuyo Gobierno ha anunciado hoy la toma de control de la filial de la rusa Rosneft.

Refinería de petróleo

Refinería de petróleo

Alemania tomará el control de las refinerías alemanas de la petrolera rusa Rosneft PJSC, mientras prepara la nacionalización de Uniper, la mayor gasista del país, y de otros dos grandes importadores de gas, en un intento por evitar el colapso de su industria energética. Unos pasos similares a los tomados en Francia con EDF.  También en el Reino Unido aumentan las voces que reclaman esta opción.

La filial alemana de Rosneft PJSC pasará a estar bajo tutela de la Agencia Federal de Redes, el ente gubernamental encargado del suministro gasístico. Según datos del Ejecutivo alemán, representa alrededor del 12% de la capacidad de procesamiento de petróleo del país, lo que la convierte en «una de las empresas de procesamiento de petróleo más grandes de Alemania».

Esta medida junto con los rescates y posteriores nacionalizaciones de acciones de Uniper, VNG y Securing Enery for Europe -antes propiedad de Gazprom- es una de las principales soluciones que está debatiendo el Ejecutivo alemán para apuntalar la industria del gas.

El aumento de los precios del gas y la decisión de Moscú de reducir el suministro a Europa han forzado ya rescates públicos de empresas y préstamos de salvamento. Pero estas medidas parecen no ser suficientes por la magnitud de la crisis y existe el riesgo de que los proveedores de energía sistémicos se hundan sin un apoyo gubernamental más sólido.

En Francia, también EDF está inmerso en un proceso de nacionalización impulsado por el presidente Emmanuel Macron en un intento por garantizar la producción de electricidad frente a las consecuencias de la guerra en Ucrania.

La eléctrica francesa, la mayor de Europa, tiene actualmente en parada por mantenimiento 32 de sus 56 reactores nucleares en el país, y hasta diciembre no podrá empezar a reiniciar algunos de ellos. Estos paros le provocarán un agujero en sus cuentas de 29.000 millones de euros, según las últimas estimaciones de la compañía, que superan en 5.000 millones al impacto calculado en julio, cuando presentó sus cuentas trimestrales.

Mientras tanto, en el Reino Unido también aumentan las voces que piden acciones en este sentido. La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, reclamó recientemente que se considere la “renacionalización” de las compañías energéticas para atajar la escalada de precios.

La dirigente nacionalista advirtió hoy de que el «desastre» al que se enfrentan las familias de este país tiene visos de empeorar aún más si regulador del sector, Ofgem, eleva en octubre el límite del precio energético.

Incluso el ex primer ministro Gordon Brown ha pedido una nacionalización, aunque temporal, de las empresas de energía que no ofrezcan precios más bajos a sus clientes. Sin embargo, el actual líder de los laboristas británicos, Keir Starmer, ha rechazado la idea argumentando que a quienes más beneficiaría este movimiento sería a los accionistas de las compañías.

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