Narcís Serra acusa al Banco de España y la Generalitat de desoír sus avisos sobre CatalunyaCaixa

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Narcís Serra acusa al Banco de España y la Generalitat de desoír sus avisos sobre CatalunyaCaixa

El expresidente de la caja catalana asegura que la Generalitat y el Banco de España desoyeron sus recomendaciones de “cambiar el rumbo” de la entidad.

Narcís Serra

El expresidente de CatalunyaCaixa Narcís Serra ha aprovechado su intervención ante la comisión del Congreso que investiga la crisis bancaria para señalar que nunca encontró “ilegalidad alguna” en la gestión de la caja catalana, si bien ha defendido que ya desde 2006 él mismo advirtió tanto a la Generalitat como al Banco de España de la necesidad de un “cambio de rumbo”, ya que la caja había acumulado riesgos excesivos en la promoción inmobiliaria. Sin embargo, sus consejos –Serra ha recordado que no tenía poder ejecutivo- fueron desoídos, según su versión.

El que fuera vicepresidente del Gobierno con Felipe González, que ha iniciado su comparecencia recordando que ya compareció en una comisión similar hace seis años, ha explicado que desembarcó en la presidencia de Caixa Catalunya “en una etapa de gran expansión y brillante cuenta de resultados (248 millones de beneficio en 2004)” en la que “era difícil” identificar las debilidades que arrastraba.

Sin embargo, según su relato, “poco a poco fui conociendo que las inversiones en el sector inmobiliario eran excesivas”, sobre todo en lo que se refiere a la creación de un grupo de empresas inmobiliarias integradas en Procam (en las que la caja controlaba un 50% de cada sociedad): “Una estructura desmesurada que encerraba un peligro enorme en caso de una crisis”.

“En absoluto encontré ninguna ilegalidad o práctica no ajustada al derecho, todo el equipo ejecutivo era cuidadoso con los aspectos legales, pero la construcción de un nuevo modelo de negocio era cada vez más necesario”, ha reflexionado Serra, que ha recordado que Procam era “la cuarta promotora de España” en esos momentos.

En ese sentido, ya desde otoño de 2006 el entonces presidente de Catalunya Caixa avisó “discretamente” tanto al Banco de España como a la Generalitat de Cataluña de la necesidad de un “cambio de rumbo” que implicaba “nombrar no un nuevo director si no un nuevo equipo ejecutivo”, ya que la estructura del negocio “era insostenible a medio y largo plazo”.

En esa misma época el Banco de España estaba realizando una inspección de la entidad, en la que se efectuaron “varias recomendaciones” y se mostraba “preocupación sobre la entidad”. Sin embargo, los responsables del Banco de España -el propio Serra se reunió con el supervisor, tal y como ha detallado- se mostraron en contra de desmantelar Procam. “Estoy convencido de que pesaba la preocupación de un posible conflicto en una de la mayores cajas de España”, ha reflexionado el exministro, que ha añadido que la “confianza de los depositantes es una cuestión clave”.

No fue hasta cuando la crisis fue más acuciante y él mismo amenazó con dimitir que desembarcaría Adolf Todó como nuevo director de Caixa Catalunya, trayendo “un plan de choque” que contó con el visto bueno del Banco de España. Tal y como ha apuntado Serra, en una carta del supervisor se citaba el “cambio de rumbo” impulsado por el nuevo equipo entre “las fortalezas” que tenía la caja catalana.

Serra ha hecho en todo momento una fuerte defensa de la labor de Todó, también investigado por la Audiencia Nacional. Así, incluso ha llegado a señalar que si se hubiese mantenido su gestión, CatalunyaCaixa (como se denominó la fusión de Caixa Catalunya, Caixa Manresa y Caixa Tarragona) habría seguido un camino similar al de Bankia, devolviendo paulatinamente las ayudas, en vez de acabar siendo vendida por un precio, según el expresidente, inferior incluso al de los activos inmobiliarios que tenía la entidad sólo en Cataluña.

Respecto a la fusión de las tres cajas que dio origen a CatalunyaCaixa, ha destacado que fue “una imposición” del Banco de España “para que el FROB nos ayudara a recapitalizar”. Para Serra, fue un movimiento “comprensible” ya que el supervisor quería hacer “clusters de cajas” y reducir su número para tratarlas “una por una”. No obstante, ha reconocido que “el problema más grande” era Caixa Catalunya, mientras que Caixa Tarragona era “la más saneada”.

Pese a que la idea no partió de ellos, Narcís Serra considera que la fusión “no fue equivocada en el momento en que se decidió”, cuando se creía que se estaba acabando la crisis. Sí fueron “discutibles” algunas concentraciones que se llevaron a cabo, pero no en este caso, a su juicio. CatalunyaCaixa acabó siendo rescatada con una inyección de más de 12.000 millones de euros.

Narcís Serra defiende su sueldo como presidente de CatalunyaCaixa

El expresidente de CatalunayCaixa, que ha defendido que aceptó el cargo “como un acto de servicio”, ha tenido tiempo también durante su intervención para recordar que él ya apostó durante el inicio de la crisis por la creación de un banco malo que aglutinase los activos inmobiliarios, pero su propuesta “recibió muchas críticas”.

La comparecencia de Serra es el plato fuerte del día en la comisión del Congreso, después de que hace apenas diez días tuviese que declarar como imputado ante la Audiencia Nacional por determinadas operaciones inmobiliarias que acabaron causando un agujero de 720 millones de euros en CatalunyaCaixa. Serra se escudó en que el Banco de España estaba al tanto de estas actividades. Sobre estas causas judiciales abiertas, se ha lamentado de que los consejeros de la caja, él incluido, “hayan acabado injustamente metidos” en ellas, pero se ha mostrado confiado en que acaben “felizmente”.

Los tribunales investigan no sólo las operaciones inmobiliarias que acabaron llevando a la desaparición a la entidad, sino también los sueldos de los consejeros y altos directivos. Narcís Serra ha defendido que se ajustó el salario “a la media del sector”, aumentando la parte fija del salario, así como el porcentaje de la parte variable (del 35% al 50%), pero al mismo tiempo “se endurecieron los requisitos para cobrar” esta parte variable.

Pese a ello, el fiscal “ve administración desleal y pide dos años de cárcel”, se ha lamentado, para recordar que una de las acusaciones que el FROB traslado a la Fiscalía “ha sido archivada”. “Quien tiene que hablar es la justicia y yo tengo que callar”, ha concluido.

Esta tarde también se espera que respondan ante la comisión del Congreso los expresidentes de la CAM, Modesto Crespo, y CCM, Juan Pedro Hernández Moltó.

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