Ignazio Marino se ha desmarcado de la propuesta de la regidora de Madrid para ‘blindar’ el centro de la ciudad en un desayuno informativo en la capital del Estado. Ana Botella ha empezado esta semana con un importante jarro de agua fría. La alcaldesa de Madrid presentaba esta mañana al regidor de Roma, Ignazio Marino, en un desayuno informativo en el Hotel Ritz en el que este último se ha desmarcado de la propuesta de la esposa de José María Aznar de ‘blindar’ el centro a las manifestaciones. Marino rechaza esta medida y aboga por el “diálogo”.
Ante la atenta mirada de los numerosos dirigentes y representantes públicos de la región, que se han dado cita en este acto, el alcalde de Roma ha desmontado, punto por punto, la sugerencia de Botella de expulsar del centro de Madrid las múltiples protestas que se suceden día tras día.
El representante del Partido Democrático italiano (centro-izquierda) ha asegurado, según Europa Press, que él es un “demócrata en el corazón y en el cerebro”, lo que le hizo rechazar la norma de su sucesor que prohibía las manifestaciones en el periodo navideño, desde el 8 de diciembre al 6 de enero.
“Supuso una ventaja para la organización de la ciudad pero soy un demócrata, en el corazón y en el cerebro, y he decidido no hacerlo”, ha afirmado Marino que se ha propuesto “inaugurar una forma diferente, un diálogo con quienes se quieren manifestar y con quienes quieren hacer huelga en los servicios públicos”.
Por ello, se reunió con los trabajadores del transporte público que se querían poner en huelga y ellos, “de manera responsable”, renunciaron a los paros en días concretos.
“Creo que una capital tiene necesidad de contar con recursos añadidos pero allí (en Roma) es donde la ciudadanía debe manifestar su disconformidad”, ha remarcado el regidor italiano.
