Mariano Rajoy pretende compensar con una gira el jarro de agua fría que supusieron las nuevas estimaciones macro que prevén que la tasa de paro se mantenga por encima del 25% hasta 2016 y que no se vuelva a generar empleo hasta 2015 y que fijan que la tasa de desempleo escalará al 27,1% al cierre de 2013, frente al 24,3% planteado anteriormente.
El Ejecutivo espera ahora que el Producto Interior Bruto (PIB) español caiga un 1,3% en 2013 y crezca un 0,5% en 2014 cuando esperaba que la economía española cayera solo un 0,5% este ejercicio y que subiese un 1,2% en el próximo, y estos negros augurios estarían detrás de estos viajes del presidente.
El primer destino de Mariano Rajoy para su gira anti-pesimismo fue Castellón, concretamente la convención del Partido Popular de la Comunidad Valenciana que tuvo lugar el pasado 8 de junio, donde el jefe del Ejecutivo lanzó un mensaje optimista sobre la situación económica en España al insistir en que este año será «mejor que el pasado» y «peor que el que viene», y asegurar que «el pesimismo está de retirada».
Este fin de semana el enclave ha sido Tarragona y el foro elegido no es baladí, ya que el presidente participó por primera vez en vez en la iniciativa del PP denominada “Juntos salimos”.
En tierras catalanas, Rajoy insistió en que “hay luz al final del camino” aunque todavía quedan momentos difíciles para superar la crisis. Y animó a “perseverar, no desanimarse y dar batalla”.
En su ofensiva Rajoy contó con la colaboración de la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, quien también tiró de patriotismo: «Juntos salimos. Ésta es la idea. Es un barco en el que vamos todos juntos y lo vamos a conseguir entre todos. Soy una convencida de ello”.
