Ana Mato se mantiene en un sorprendente segundo plano ante el revuelo que la reforma de la Ley de aborto propuesta por Alberto Ruiz Gallardón está desatando en las filas del PP. La ministra de Sanidad ha evitado hacer cualquier declaración al respecto. Y es que, según han asegurado fuentes políticas, de tomar partido por el titular de Justicia, resucitarían los ataques hacia si figura por su presunta relación con los cabecillas del ‘caso Gürtel’.
Ya sea por decisión propia o por órdenes de Moncloa, Ana Mato ha reducido a la mínima expresión sus apariciones públicas y, sobretodo, sus declaraciones sobre temas de actualidad vinculados a la salud, como es la Ley del aborto.
A pesar de que Gallardón haya decidido asumir como propio la reforma de esta norma, el aborto siempre ha estado relacionado con el Ministerio de Sanidad, por lo que muchos observadores políticos miran con asombro cómo la ministra se ha apartado de la polémica que en los últimos días se ha suscitado con los planes del titular de Justicia para la ley sobre la interrupción del embarazo.
Y es que, Mato ha evitado hacer cualquier declaración al respecto hasta el punto de que el PSOE se ve obligado a hacer las preguntas al respecto únicamente a Gallardón. Así se puso en evidencia en el Senado ayer cuando la socialista María Victoria Chivite lamentó el “silenció” de la ministra de Sanidad sobre el aborto y trasladó sus cuestiones sobre este tema al titular de Justicia.
Los motivos de Mato para mantenerse en un segundo plano ante este revuelo, que ha desatado una crisis interna en el PP, pueden deberse al ‘caso Gürtel’. Los presuntos regalos que los cabecillas de esta trama habrían hecho al matrimonio integrado por la ministra y su actual exmarido, el alcalde de Pozuelo Jesús Sepúlveda, han puesto en jaque a la dirigente popular hasta el punto de ser señalada como la primera en ‘caerse’ del Gobierno.
De implicarse en la polémica por el aborto, las voces que clamaban hace unos meses por el cese de Mato resucitarían con más fuerza provocando un nuevo frente para Rajoy que ha logrado acallar, por el momento, estas críticas.
