Ana Botella se enfrenta a un nuevo quebradero de cabeza. Por si no tuviese suficiente con la tragedia del Madrid Arena ahora también tendrá que lidiar con Hazte Oír, que ha reunido 25.365 firmas para evitar que el Orgullo Gay se convierta en ‘fiesta popular’. La Junta del distrito Centro vota hoy la medida que fue planteada hace meses por los socialistas.
La asociación ultracatólica ha decidido contraatacar la iniciativa planteada por el Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid y recogida por Botella con una avalancha de firmas. Según recoge Madridiario.es, las alegaciones presentadas por Hazte Oír contra el Orgullo Gay inciden en que esta fiesta “acoge expresiones de intolerancia religiosa y ofensas hacia las creencias, instituciones y símbolos cristianos con los que se identifica una parte probablemente mayoritaria de población”.
“Las burlas e incitaciones al odio religioso son variadas y perseverantes, año tras año, y son públicas y notorias las muestras de intolerancia”. Por ello, solicitan que se desestime la declaración como ‘fiesta popular’ por “constituir un foco de ataques a la libertad religiosa”.
Y aunque desde el Ayuntamiento han dado diversos pasos para tratar de acallar el descontento de la asociación ultracatólica, no ha servido de nada. El último ha sido el anunciado por el concejal presidente de Centro, Pedro Corral, que ha explicado que el consistorio está negociando con las entidades organizadores del Orgullo, Aegal y Cogam, para que garanticen en el evento un respeto del festejo hacia todos los credos.
No obstante, la oposición de Hazte Oír a los gays no es única. A ella se une la mostrada por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, este fin de semana, cuando en su intervención en la cita ‘Coloquios en la Embajada’, organizada por la Embajada de España en el Vaticano, ha defendido que “el matrimonio entre personas del mismo sexo” no garantiza “la pervivencia de la especie”.
Frente a estas posturas, las asociaciones que organizan este evento han considerado que es importante el respaldo oficial a una cita que se ha convertido en la fiesta de la capital que más personas atrae y en una de los eventos más lucrativos para la ciudad, incluso en tiempos de crisis.
Tal es la afluencia que recibe que incluso el que fuese vicealcalde de Madrid y mano derecha de Ana Botella, Miguel Ángel Villanueva, fue fotografiado en el botellón del Orgullo el año pasado.
Esta propuesta contó con el voto favorable a su tramitación de PP y PSOE, aunque IU se opuso al considerar que “el objetivo real de Aegal -la asociación de empresarios de locales gays- es dotarse de un marco jurídico que legalice sus supuestas irregularidades con respecto a la organización del Orgullo. Asimismo, pretende blindar la fiesta para poder lucrarse con su gestión bajo régimen de monopolio”.
Si finalmente el Orgullo Gay obtiene el respaldo del consistorio, compartirá reconocimiento como ‘fiesta popular’ del distrito Centro con las fiestas de La Paloma, San Antón y el Dos de Mayo.
