La decisión de los alcaldes de PSOE y BNG de mantener la paga extra de Navidad a los funcionarios para tratar de robarle votos a Alberto Núñez Feijóo ha tenido una rápida contestación por parte del PP. El consejero gallego de Presidencia, Justicia y Administraciones Públicas, Alfonso Rueda, ha advertido que la norma estatal que determina la suspensión de la retribución es de obligado cumplimiento.
A pesar de que Rueda ha reconocido que existen discusiones legales e informes contradictorios sobre la posibilidad de que los ayuntamientos establezcan fórmulas de compensación ante la eliminación de la extra, el responsable de la Xunta ha tratado de zanjar la rebelión de PSOE y BNG recordando que los alcaldes de estos partidos están obligados a cumplir la ley, por lo que “poco más hay que decir” sobre este tema.
La Xunta apuesta claramente por eliminar la paga extra pese a que dijo que “no fue agradable” para Rajoy adoptar la medida, y así quedó patente ayer con las declaraciones del consejero. Aunque lo que también quedó claro es el descontento que se ha extendido entre los funcionarios por los recortes del PP.
Según recoge La Voz de Galicia, Alfonso Rueda pudo contemplar en primera persona cuales son las consecuencias de sus políticas durante una visita a Vigo. La Policía Nacional cerró el edificio de los juzgados en los que se encontraba el consejero para firmar un convenio tras la protesta que protagonizaron más de un centenar de funcionarios de Justicia. Estos, vestidos con camisetas amarillas, persiguieron por la calle y por el interior del inmueble al titular de Presidencia, al que increparon por suprimirles la paga extra de Navidad.
Un descontento que quieren aprovechar PSOE y BNG para ganarse el voto de los 121.000 empleados públicos de la Xunta. Los alcaldes de ambos partidos han decidido sortear el mandato del Gobierno central y reconvertir la paga extra de Navidad en un plus de productividad que permitirá a los empleados públicos mantener el 85% de la retribución.
