MERCEDES-AMG GT S. De pura raza

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MERCEDES-AMG GT S. De pura raza

Mercedes AMG GT S

La bestia más bella. Así es el nuevo Mercedes-AMG GT S. Bajo su escultural carrocería se oculta una brutal mecánica V8 biturbo de 4 litros de cilindrada (510 CV) que transmite toda su fuerza al eje posterior. Alcanza 310 km/h. IR LA FOTOGALERÍA De esa factoría de sueños llamada AMG, la división especializada en vehículos deportivos de Mercedes, acaba de salir su nueva y preciosa criatura, el Mercedes-AMG GT. Es el segundo deportivo desarrollado completamente por AMG tras, el Mercedes-Benz SLS AMG “alas de gaviota” y se ofrece en dos versiones: la GT (462 CV) y la GT S (510 CV). Como sucesor natural del SLS, el nuevo Mercedes-AMG GT resulta tan espectacular como su antecesor a pesar de prescindir de sus aparatosas puertas de alas de gaviota en favor de unas convencionales, un aspecto que le hace más utilizable para el día a día. Aunque para algunos pueda resultar menos exclusivo al ser más barato y algo menos potente que el SLS, lo cierto es que encaja a la perfección dentro de los planes de la firma de la estrella puesto que se ha desarrollado con el punto de mira puesto en competir con modelos como, el Porsche 911, Audi R8, BMW M6 o Jaguar F-Type R.

Ciertos aficionados verán una especial querencia en rivalizar con el 911 incluso en la forma de la zaga. Más allá de que pueda haber cierta similitud en la trasera de ambos vehículos, Mercedes-AMG ha echado mano de recetas tradicionales a la hora de diseñar el precioso vestido que luce este AMG GT S. Al contrario que una gran mayoría de deportivos pura sangre, con motor central-trasero, se ha recurrido a ubicar el propulsor en posición delantera-central, un detalle constructivo que determina la distribución de volúmenes de la carrocería: morro largo, habitáculo desplazado hacia detrás y trasera de corte clásico.

El Mercedes-AMG GT S, al contrario que una gran mayoría de deportivos pura sangre con motor central-trasero, lleva colocado el propulsor en posición delantera-central.

Los amantes de los clásicos también verán en su sensual zaga reminiscencias del legendario Jaguar E-Type. Pero al margen de todas estas observaciones en torno a la preciosa a la par que espectacular carrocería del AMG GT S, la conclusión es tajante: cada uno se parece a los suyos. Tanto su frontal como su zaga constituyen un auténtico guiño al legendario 300 SL “alas de gaviota” (1954-1957). Además en el largo morro de ambos modelos existen una serie de detalles compartidos como, las salidas de aire en los laterales características de los deportivos de Mercedes o los dos abultamientos longitudinales que recorren el capó.

Mercedes AMG GT S

 
Perfectamente integrado en el portón trasero que da acceso al maletero (350 l) va un alerón retráctil que también puede posicionarse a voluntad del conductor. El acceso al interior no es muy complicado teniendo en cuenta el tipo de vehículo, con una altura de 1,29 m. Los asientos son comodísimos y recogen muy bien el cuerpo. Una vez acomodados impresiona la disposición general del salpicadero y la prominente consola que agrupa toda una serie de mandos cruciales para el manejo del coche como son, los botones de arranque-parada, control dinámico de estabilidad (ESP), programa manual del cambio, función de amplificación del sonido del escape, regulación de los amortiguadores y mando del Dynamic Select.

El AMG Dynamic Select o selector de programas de conducción es el protagonista para los amantes de la conducción deportiva e, incluso, extrema. Consta de cinco programas: Confort, Sport, Sport Plus, Individual y Race que influyen en la respuesta del motor, respuesta del cambio, reglaje de los amortiguadores, niveles de actuación del ESP, dirección, sonido del escape y función ECO de parada y arranque. El programa Individual permite reglar individualmente cada uno de estos componentes, siendo posible combinar, por ejemplo, una suspensión con reglaje confort con un reglaje sport del motor. Asimismo algunos de estos componentes pueden operarse directamente mediante botones específicos.

El acceso al interior del habitáculo no es muy complicado teniendo en cuenta el tipo de vehículo que es, con una altura de 1,29 m. Integrado en el portón trasero va un alerón retráctil.

Mercedes AMG GT S

Dinámicamente, el AMG GT S muestra un comportamiento más radical, más puro y que requiere un mayor grado de concentración por parte del conductor que la mayor parte de sus rivales. Es un deportivo que se siente y hace sentir la carretera, en los que hay que agarrar con firmeza el volante. Presume de su condición de tracción trasera puro y duro frente a competidores que cuentan con tracción integral como, el Porsche 911 Turbo (520 CV) o el Audi R8 (540 CV). Su purista concepción de tracción trasera aderezada con 510 CV y un brutal par de 650 Nm está siempre presente para deleite de su conductor. Incluso con el programa Confort seleccionado, si se acelera con contundencia la zaga se insinúa dulcemente en el momento que el pavimento no esté en óptimas condiciones de adherencia, lo que asegura diversión, siempre, eso sí, bajo la atenta supervisión del ESP. No conviene desconectar el ESP en carretera (mediante su botón o en modo Race), sólo en circuito. Para aquéllos conductores con más experiencia cuenta con una posición Sport que eleva su umbral de actuación, permitiendo ciertas alegrías a la zaga. Sin embargo lo que más impresiona es su brutal aceleración (3,8 s de 0 a 100 km/h) y sus brillantes recuperaciones, sin olvidar una velocidad de paso por curva de auténtico vértigo que invita a pasar cada vez más rápido gracias a la inestimable ayuda del autoblocante de regulación electrónica que posibilita una gran capacidad de tracción.

Su purista concepción de tracción trasera aderezada con 510 CV y un brutal par de 650 Nm está siempre presente para deleite del conductor. El cambio automático de doble embrague (7 velocidades) va ubicado en el eje trasero.

Parte de la originalidad del AMG GT S se debe a la ubicación de su mecánica. Su concepto de motor delantero-central le personaliza fuertemente frente a otros deportivos de la competencia que se decantan por la posición central-trasera. El cambio automático de doble embrague con 7 velocidades va ubicado en el eje trasero (disposición Transaxle) haciendo bloque con el diferencial, y va unido al motor mediante un tubo rígido en cuyo interior gira el árbol de transmisión, construido en fibra de carbono. Con esta disposición se consigue una óptima distribución de pesos: 47% delante/53% detrás. El propulsor, de nuevo desarrollo, es de 8 cilindros en V con 4 litros de cilindrada e inyección directa de gasolina (510 CV). Cuenta con soluciones técnicas muy sofisticadas. Los dos turbocompresores van montados en el interior de la V de la bancada de cilindros, mientras el engrase es por cárter seco. Una joya de la mecánica que lleva impresa la firma del especialista altamente cualificado encargado de su montaje a mano.

FICHA TÉCNICA

Mercedes AMG GT S

 
MOTOR 8 cilindros en V
CILINDRADA 3.982 cc
ALIMENTACIÓN Inyección directa de gasolina. Turbocompresor.
POTENCIA MÁXIMA 510 CV
PAR MÁXIMO 650 Nm
TRANSMISIÓN Tracción Trasera. Cambio automático de doble embrague de 7 velocidades
DIMENSIONES EXTERIORES 4,55 x 1,94 x 1,29 m
VOLUMEN DEL MALETERO 285 l
VELOCIDAD MÁXIMA 310 km/h
ACELERACIÓN de 0 a 100 km/h 3,8 s
CONSUMO MIXTO 9,4 l/100 km
PRECIO 167.400 euros

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