Las materias primas reciben la mayor avalancha compradora de los últimos siete años

Materias primas

Las materias primas reciben la mayor avalancha compradora de los últimos siete años

Lingotes de oro

La búsqueda rentabilidades superiores a las de Bolsa y bonos, los síntomas de progresión económica y más apetito por el riesgo conforman este cambio de tendencia.  Los inversores cambian de chaqueta después de haberse abalanzado sobre la renta variable al arranque del año. Convencidos de que aquel sería el activo estrella de este 2016, ahora el destino preferente de muchas carteras de inversión está en las materias primas, que no recibían una avalancha inversora semejante desde el año 2009.
 
Dentro de este trasvase de carteras convertido en avalancha, el oro reluce frente al resto de materias primas. Como es habitual en episodios de volatilidad en los mercados, el preciado metal ha vuelto a atraer inversión. Los datos recopilados por Barclays en un reciente informe apuntan que la entrada de capitales en el mercado de commodities alcanzó al cierre de abril los 50.800 millones de dólares, unos 45.800 millones de euros y solo 1.000 millones por debajo de la cifra registrada en el año 2009.
 
El cambio de tendencia inversora es aún más notable si se tiene en consideración que tanto en el año 2013 como en 2014 se produjo salida neta de capitales en el mercado de materias primas. El año pasado ya se registraron entradas en materias agrícolas y energéticas, pero no ha sido hasta este año que los metales preciosos e industriales han vuelto a cosechar la atención de los inversores. Especialmente, los segundos eran evitados ante el temor de una hipotética nueva recesión global que frenase en seco la demanda de los mismos.
 
La búsqueda de materias primas por parte de los inversores de todo el mundo se hace aún más evidente con la cifra de activos bajo gestión que se enmarcan en este segmento. El informe de Barclays habla de 235.000 millones de dólares -unos 212 millones de euros al cambio de divisas-, cifra que además de suponer un exponencial salto desde los 161.000 millones en los que se cerró el ejercicio pasado, se ha visto reforzada por la progresiva mejora de cotización de varias de estas commodities entre las que se encuentran el oro (+26%), petróleo (+12%) y plata (+43%), entre otros muchos.
 
Más allá de la tradicional búsqueda de refugio inversor que estos activos suelen ofrecer a sus tenedores, otro factor ha motivado esta nueva fiebre del oro. Se trata de la escasa rentabilidad que en otros activos han impuesto las medidas de estímulo de los bancos centrales, en especial en lo que se refiere al mercado de renta fija incluso en bonos europeos de alto rendimiento, que ante las últimas medidas decretadas por el Banco Central Europeo (BCE) han reducido sensiblemente los rendimientos que ofrecen a sus titulares.
 
En el más que probable caso, dicen los expertos, de que la tendencia se mantenga en esta segunda mitad del año -de la que ya ha corrido un tercio-, se trataría del primer año en los últimos cuatro en el que las commodities reciben entradas de capital neto. En 2009, año en el cual se registró récord más cercano en este sentido, los archivos que manejan los gestores de Barclays apuntan que el flujo acumulado desde enero hasta el cierre de diciembre fue de 22.000 millones de dólares.

Más información