El País, El Mundo y ABC examinan el acuerdo entre el Gobierno y el Partido Popular para incluir un límite al déficit en la Constitución. Por su parte, el editorial de La Razón se centra en la posible recuperación del Impuesto de Patrimonio por parte del Consejo de Ministros.
El editorial de El País ha analizado “el paso dado por Zapatero” que “ha provocado una profunda división en las filas del partido socialista”. Para el periódico del Grupo Prisa, “actuando con plena legitimidad institucional como presidente del Gobierno, ha perjudicado sin embargo la campaña del candidato Rubalcaba”. Además, ha destacado que “en este caso, Zapatero ha vuelto a cometer un error: lanzar medidas de gran calado sin forjar un consenso previo con el resto de los dirigentes de su partido ni con el grupo parlamentario” y “el acuerdo que se negociaba ayer es un primer paso para recuperar esos imprescindibles acuerdos”. “El Gobierno debe explicar cuál es la causa por la que, con la legislatura prácticamente agotada, era necesario adoptar una medida de tanta trascendencia jurídica pero de escasos efectos económicos inmediatos” ha rematado.
En El Mundo se felicitan por el acuerdo, “que sin duda será bueno para España y contribuirá a recuperar la confianza internacional en la economía española, ahora bajo mínimos”. Aunque para el periódico de Pedro J “lo ideal hubiera sido un debate más amplio en la sociedad ante un asunto que quedará plasmado en la Constitución para generaciones venideras, lo cierto es que los plazos no dejaban mucho margen de maniobra”.
Asimismo, ha recordado que “la necesidad de vincular las economías de los distintos países a las directrices de Bruselas ya fue una idea expuesta por Zapatero en enero de 2010, cuando España asumió la Presidencia de turno”. “No hay duda de que el compromiso europeísta, tanto de Zapatero como de Rajoy, es el que ha hecho posible el pacto entre ambos, aunque sea in extremis” ha concluido sobre esto.
Por otro lado, el diario de Unidad Editorial ha hecho “mención aparte” para analizar “la estrategia del candidato Rubalcaba en esta negociación”. Según El Mundo, “el aspirante socialista quiso apuntarse el tanto a la vez que desactivar la rebelión en las filas del PSOE, por lo que filtró como propia la propuesta de que el texto de la reforma no incluyera cifras concretas para limitar el déficit de las administraciones y que éstas fueran recogidas en una ley orgánica. En realidad, no tenía sentido incluir cifras concretas en la Constitución, por lo que era una filtración totalmente interesada con la que pretendía salvar la cara ante su partido y los sectores de la izquierda que han criticado con dureza la iniciativa de Zapatero”. “La posición de Rubalcaba quedará retratada para siempre en su mofa del líder del PP cuando éste propuso la reforma”, ha vaticinado.
En ABC opinan que “esta reforma constitucional no agota el resto de reformas estructurales pendientes, sino que las impulsa y las hace aún más necesarias”. Además, el diario del grupo Vocento se congratula por la colaboración entre los dos partidos con más representación en el Congreso y asegura que “es una satisfacción entre tanto enfrentamiento”.
Igualmente, para el periódico fundado por Torcuato Luca de Tena “es una ocasión propicia para corregir dos problemas de la acción política de Zapatero: la falta de acuerdos de Estado y la falta de rigor presupuestario”. También ha considerado que “los costes políticos de esta reforma constitucional son menores frente a sus beneficios. Y, en todo caso, esos costes se limitan a la crisis interna del PSOE, que afecta a su candidato, en ese proceso imparable de pérdida de identidad de la izquierda, especialmente la española”. “El varapalo a la estrategia de Rubalcaba es considerable porque si alguna esperanza tenía de atraerse a la izquierda más extrema, la ha perdido con su apoyo a una reforma que la dogmática progresista no duda en calificar como neoliberal” ha finalizado.
Por su parte, La Razón ha preferido centrar su editorial en la posible recuperación del Impuesto de Patrimonio por parte del Consejo de Ministros, que ha valorado como “otro parche, ahora fiscal”, tal y como reza su titular.
