El hundimiento de los mercados después de que interviniera el presidente del Banco Central Europeo (BCE) precisamente para tranquilizarlos; y la carga de la Policía de Madrid contra los indignados, que siguen jugando al gato y al ratón en la Puerta del Sol, son dos de las noticias que más líneas se merecen en los diarios. Sobre lo de los mercados, como no hay quien los entienda pues hay variedad de opiniones sobre por qué sucedió ayer lo que sucedió cuando muchos opinan que lo que dijo Trichet no era para provocar tal debacle.
Vamos por partes. Abc y La Razón lo tienen claro. “Trichet desata el caos” y “El BCE atiza el incendio”, titulan respectivamente en sus portadas, destacando el de Vocento que el discurso de Jean-Claude fue “un prodigio de ambigüedad”. No sé de que se extrañan porque si de algo se ha acusado a este alto ejecutivo es de su “proverbial ambigüedad” como hace notar Pedrojota. Por su parte, El País y El Mundo además de la tibieza de Trichet, a la que los mercados están ya acostumbrados, aportan otras claves para explicar el crack: el miedo a percepción de que la economía mundial vuelve a encontrarse en un periodo de bajo crecimiento, especialmente EEUU, y la indecisión europea.
Dejando aparte todas las explicaciones sobre la situación económica que nos traen de cabeza, la otra cuestión en el candelero son los indignados y sus intentos de ‘retomar, la madrileña Puerta del Sol, tira y afloja que ayer acabó por que se acabó la tregua, como hace notar El País. La Policía cargó y hubo una veintena de heridos además de varios detenidos. Esta cuestión es vista, como es habitual, desde diferentes ópticas.
Los periódicos más conservadores se ponen del lado de los “ahogados” comerciantes, de los ciudadanos a los que se priva de los accesos de transporte público, y también de los turistas a los que se cierra la plaza. Es decir, de los otros indignados. Y toda la prensa de derechas critica que el PSOE pida que el 15-M tenga un punto fijo de información. Es precisamente este hecho, el que Rubalcaba trate de “domar” a los indignados, supuestamente para sacar provecho electoral, lo que más cabrea a Pedrojota, que ironiza en el editorial de El Mundo: ¿Lo próximo será ofrecerles una planta en Ferraz?
En el otro lado se coloca El País. Y para demostrarlo publica un artículo firmado por la columnista Ruth Toledano en el que, tras vincular “la represión del movimiento ciudadano del 15-M con la visita del Papa a Madrid”, critica duramente la actuación tanto de las autoridades como de la Policía con los ‘indignados’. Pasen y lean.
