En las emisoras esta mañana se hablaba, principalmente, de la visita del Papa y de la que se ha montado con la reforma que quiere implantar el Gobierno para que, en caso de desacuerdo entre los padres, se decida el orden de los apellidos de los hijos por orden alfabético, con el objetivo, dice, de promover la igualdad, una reforma que la mayoría de los tertulianos han considerado innecesaria y con la que el Ejecutivo se ha metido en un ‘jardín’.
En la SER, Carlos Francino ha reconocido que el debate tiene su aquel porque supone un cambio, “pero que se haya convertido en un aspecto de alta política me desborda” y una opinión parecida han expresando sus contertulios, aunque con matices. Así, Román Orozco ve en esto una tontería, ya que la posibilidad de elección ya existía desde el 99 con el Gobierno de Aznar, aunque a pesar de calificarlo como una simple anécdota, cree que beneficia a mucha gente y a la mujer. Más críticos han sido Mariola Urrea y Miquel Porta Perales. La primera aseguró que aquí no gana la mujer ni la igualdad, sino la letra A y su compañero de tertulia señaló que ni el 4% se quejaba de esto por lo que no descarta que pueda ser “una distracción o un guiño electoral al feminismo”, lo que ha dado lugar a que Urrea exclamara: “Basta ya de tonterías con los guiños feministas” y dijo que si se quieren hacer gestos se ponga a una mujer al frente del Congreso.
En Onda Cero -después del turno de elogios al ‘jefe’ Carlos Herrera, al que se le ha concedido el premio Ondas de este año- los tertulianos han coincidido en señalar que la reforma se trata de algo superfluo y que no viene a cuento en un momento en el que lo más necesario es fijarse en otros problemas.
