La hermana de Ana Botella achaca la brecha salarial a la «falta de formación» de las mujeres

Feminismo

La hermana de Ana Botella achaca la brecha salarial a la «falta de formación» de las mujeres

María Jesús Botella, concejal del PP en Córdoba, defiende que su partido es feminista pero que no apoya la huelga del 8 de marzo.

María Jesús Botella

El pleno del Ayuntamiento de Córdoba debatía ayer martes una moción para apoyar la huelga feminista del próximo 8 de marzo, que salió adelante con los votos de IU, Ganemos y PSOE en la capital andaluza. Pero el tema dio pie a un encendido debate que ha aupado hasta los medios de ámbito nacional a la concejal del PP María Jesús Botella, hermana de la exalcaldesa de Madrid Ana Botella, tras una argumentación polémica y enrevesada a partes iguales.

Botella achacó la brecha salarial por género a “un problema de formación” de las mujeres. “Lo que genera la brecha salarial es la falta de preparación, la falta de formación, para acceder a un puesto de trabajo”.

Cree que los empresarios contratan a mujeres en menor medida que a hombres o les ofrecen contratos peores no por una cuestión de discriminación de género, sino porque las mujeres tienen menos nivel educativo.

Pero fue más allá: “Somos feministas y no de boquilla, pero no estamos de acuerdo en apoyar la huelga feminista, lo que diríamos es respetarla”.

La concejal del PP quería dejar claro que ella y su grupo son feministas, pero que no apoyan la huelga feminista en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora: “Estamos un poquito harticos de que nos estén continuamente etiquetando, porque la única cosa en la que no estamos de acuerdo es en apoyar la huelga feminista desde esta corporación. Nosotros lo que diríamos es, respetar esta huelga”, es la declaración completa.

“Un funcionario cobra lo mismo que una funcionaria”, expresó, recurriendo después al símil entre “un maestro y una maestra” (apreciación algo redundante si se tiene en cuenta que la mayoría son también funcionarios).

Con este embrollo argumentativo es imposible no pensar en las famosas declaraciones de su hermana, Ana Botella, cuando intentó explicar su postura contra el matrimonio homosexual a base de frutas: “Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas, y si se suman una manzana y una pera nunca pueden dar dos manzanas porque son componentes distintos”, explicaba la exregidora de la capital allá por 2004, cuando solo era concejal de Madrid.

La brecha de formación que no está en los datos

Más allá de la polémica por el feminismo sui géneris del PP, los datos sobre el nivel educativo de hombres y mujeres tampoco parecen acreditar la rotunda afirmación de Botella.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 1,1% del total de la población mayor de 16 años lo representan analfabetos hombres y otro 2,2% mujeres. Pero ellas superan a los hombres en los niveles de estudios primarios incompletos, educación primaria y educación superior.

Dentro de la población activa, es decir, aquella que trabaja o busca empleo, el 44,2% de las mujeres han alcanzado la educación superior frente al 35,2% de hombres.

El 10% de las mujeres activas cuentan con segunda etapa de educación secundaria con orientación profesional (incluye educación postsecundaria no superior), y en este escalón están el 9,8% de los varones.

Bajando un nivel más, en los estudios secundarios simples se sitúan el 14,4% de las mujeres y 13,7% de los hombres. Casi un 33% de ellos alcanzaron educación secundaria o similar, un nivel formativo en el que se encuentra el 25% de las población activa femenina.

En cuanto a la educación primaria, es el nivel formativo máximo del 6,5% de los hombres y del 4,9% de las mujeres.

Entre la población activa hay hasta un tercio más de hombres analfabetos o que no culminaron la educación primaria que mujeres, a pesar de que son niveles residuales en el grupo de la población activa: un 1,2% de las mujeres que trabajan o buscan empleo son analfabetas o no culminaron la educación primaria frente al 1,7 de hombres.

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