La Eurocámara aboga por poner coto a la ‘obsolescencia programada’ de los dispositivos

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La Eurocámara aboga por poner coto a la ‘obsolescencia programada’ de los dispositivos

El Parlamento Europeo aprueba una resolución que insta a impulsar la reparabilidad de los móviles y disuadir a las compañías de fabricar productos de corta duración.

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El Parlamento Europeo dio ayer luz verde a un texto que aboga por alargar la vida de los móviles y otro tipo de dispositivos informáticos e impulsar la reparabilidad de los productos. La resolución insta a la Comisión Europea, a los Estados miembros y a los fabricantes a “tomar medidas” para hacer frente a la denominada ‘obsolescencia programada’.

Se trata todavía de un paso muy pequeño para luchar contra la corta vida de estos aparatos, pues es tan solo una serie de recomendaciones que se remitirán a Bruselas y los países comunitarios. Entre ellas, figura la extensión de los períodos de garantía para reparaciones o incentivos fiscales para dispositivos duraderos, de calidad y fácilmente reparables.

El documento, que ha salido adelante con 662 votos a favor, 32 en contra y 2 abstenciones defiende también la promoción de la venta de segunda mano, lo que podría “impulsar la creación de empleo y reducir el desperdicio”, afirma la resolución a la que ha tenido acceso Efe.

Otra de las recomendaciones de la propuesta impulsada por el eurodiputado de los Verdes Pascal Durand es definir a escala comunitaria del concepto de “obsolescencia” para bienes tangibles y soportes digitales, así como la puesta en marcha de un sistema independiente para analizar los productos y detectar su ‘vida’ útil o tomar medidas para disuadir a los fabricantes de producir aparatos de corta duración.

Además, la Eurocámara pide a Bruselas que estudie la creación de una etiqueta europea voluntaria que incluya la durabilidad del producto, el diseño ecológico, la capacidad de modulación de conformidad con el progreso técnico y la posibilidad de reparación. Al respecto, los eurodiputados proponen la creación de un “contador de uso” en los productos más relevantes, como los grandes electrodomésticos, con el objetivo de asegurar que los consumidores “están bien informados”.

Por otra parte, el Parlamento defiende que los componentes esenciales del producto, como las pilas y los LED, no deben ser inamovibles, a no ser que esté justificado por razones de seguridad. En cuanto a las piezas de recambio indispensables para un funcionamiento “correcto y seguro” de los bienes, éstas deben estar disponibles a un precio “adecuado a la naturaleza y duración de vida del producto”, exige el texto.

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