La Consejería de Sanidad en Madrid continúa con su ‘maldición’ tras los últimos ceses

Madrid

La Consejería de Sanidad en Madrid continúa con su ‘maldición’ tras los últimos ceses

Ángel Garrido ha cesado esta semana a toda la cúpula del departamento, la cual está imputada por el ‘caso ambulancias’.

Ángel Garrido en la Asamblea de Madrid

El puesto en lo más alto de la Comunidad de Madrid parece maldito después de la salida de Cristina Cifuentes y viendo el recorrido de sus predecesores. Sin embargo, Presidencia no es el único departamento en el Gobierno madrileño que cuenta con serios problemas de estabilidad y de polémicas. La Consejería de Sanidad es la otra gran protagonista.

Pasan los presidentes y presidentas al frente de la Comunidad de Madrid y los grandes cambios en el departamento sanitario han ido de la mano. Algo que Cristina Cifuentes y ahora Ángel Garrido no han conseguido evitar. A mitad de esta legislatura se cesó como consejero de Sanidad a Jesús Sánchez Martos y esta semana se ha destituido a toda la cúpula de la Consejería de Sanidad, incluido al viceconsejero.

Garrido anunció este martes los movimientos en el importante departamento y una característica sobrevolaba las decisiones: la imputación por prevaricación administrativa de varios altos cargos en el ‘caso ambulancias’. El nuevo presidente de la Comunidad de Madrid restó hierro al lío judicial y justificó los cambios apuntando que se estaban haciendo en varias consejerías.

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Lo cierto es que tres de los cuatro imputados por presionar a una empresa a que renunciara a un concurso público ya no están en sus puestos. De esta manera, ya no hay rastro de los dos principales cargos en Sanidad con los que Cifuentes dio el pistoletazo de salida a su mandato. Sánchez Martos se fue siendo el primer consejero reprobado de la historia de la Asamblea de Madrid; Manuel Molina ha dejado esta semana de ser viceconsejero con una investigación a sus espaldas.

Con este nuevo baile que ha ordenado Garrido, la Consejería de Sanidad vuelve a ser uno de los nombres propios de la legislatura. Así viene siéndolo desde la llegada de Cifuentes a la Puerta del Sol. Desde el primer momento, Sánchez Martos capitaneó varias polémicas y salidas de tonos (incluso representantes de asociaciones sanitarias salieron llorando de su despacho) y consiguió echarse encima a sindicatos, oposición, médicos y Marea Blanca.

Cifuentes, tras la reprobación que se ganó Sánchez Martos de toda la oposición, puso punto y final a su carrera en la Consejería de Sanidad cumpliendo así la ‘maldición’. No obstante, el exconsejero dejó a su sucesor, a Enrique Ruiz Escudero, un conflicto germinando. El nuevo consejero de Sanidad estrenaba puesto con una huelga por los incumplimientos con la Carrera Profesional. Supo lidiar con ello y los paros se cancelaron.

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Pese a este primer regate, Ruiz Escudero no ha conseguido evitar la primera huelga médica de la legislatura hace apenas unos meses cuando el sindicato AMYTS convocó a los profesionales a parar por la inacción de la Comunidad de Madrid a la hora de recuperar lo perdido con la crisis. El problema con estos trabajadores –también a nivel nacional- no está cerrado y el camino a las elecciones de 2019 puede ser movido.

Ahora el actual consejero de Sanidad tendrá que cerrar el mandato Cifuentes-Garrido con nuevas caras tras el adiós del viceconsejero. Por el momento, su nombre no está cogiendo los titulares que tuvieron sus predecesores. Lamela, Güemes, Fernández-Lasquetty, Javier Rodríguez, Javier Maldonado y Sánchez Martos no terminaron de salir por la puerta principal en una Consejería de Sanidad que, como parece, sigue maldita.

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