La banca española tira de empleo ‘uberizado’ tras recortar un tercio su plantilla desde la crisis

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La banca española tira de empleo ‘uberizado’ tras recortar un tercio su plantilla desde la crisis

Un informe de Federación FINE denuncia que la figura de los ‘agentes financieros’ se ha disparado en los últimos cuatro años mientras continuaba la oleada de despidos en la banca.

Banco de Espana

Desde que estalló la burbuja inmobiliaria en España hace algo más de una década, la banca ha recortado prácticamente en un tercio su número de empleados. Estos despidos, que han supuesto un ahorro de costes más que considerable, han venido acompañados sin embargo de la proliferación de los denominados ‘agentes financieros’, de acuerdo con el ‘II Estudio Empleo Postcrisis en la Banca Española’ elaborado por Federación FINE, que compara esta figura con la de los “falsos autónomos”.

“Coincidiendo con los despidos masivos de la banca, una figura está tomando un relieve muy importante”, señala el informe, elaborado por José Manuel García Diego. “Son los agentes financieros o agentes de las entidades de crédito, que operan como autónomos al frente de agencias bancarias que eran sucursales ordinarias a cargo de trabajadores del banco hasta hace muy poco”.

Desde una óptica jurídico-formal, los tribunales han calificado a los agentes financieros como “una subespecie del contrato de agencia que se rige por las reglas del art. 21 del RD 84/2015”. No son trabajadores del banco, sino trabajadores autónomos que mantienen abierta una agencia del banco, “generalmente una sucursal que el banco acaba de cerrar”, para seguir prestando “exactamente los mismos servicios que cuando funcionaba como tal oficina bancaria”, denuncia el sindicato independiente.

La diferencia es que este autónomo corre con todos los gastos de su agencia, incluidas sus cotizaciones a la Seguridad Social; no tiene vacaciones retribuidas; no tiene pagas extraordinarias; no tiene derecho a bajas y permisos retribuidos; las cantidades que percibe son fiscalmente deducibles para el banco; no tiene derecho a indemnización por despido; su relación no está regulada por ningún Convenio Colectivo; no tiene representación sindical; ni ninguno de los derechos que se derivan de la normativa laboral.

“Por si ello fuera poco, hemos tenido ocasión de ver algún contrato de agente con cláusulas que les exigen pagar por trabajar 30.000 euros, canon de adhesión por uso de marca lo llaman. Es decir, se trata de un trabajador bancario absolutamente precarizado. Y además de todo esto, hace el mismo trabajo que el resto de la plantilla del banco. Y, algo muy importante, su ‘coste’ para el banco es muy difícil que exceda de 1.500 euros mensuales”, apunta el informe.

Esta figura del agente financiero hace que FINE hable de la existencia de una “banca oscura”, que se ejerce “al margen de la debida transparencia”, también desde el punto de vista jurídico. El sindicato destaca que en los últimos meses se ha asentado una corriente jurisprudencial —Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja de 5/7/2018, y la más reciente, Sentencia del 18/6/2019 del Tribunal Superior de Justicia de Galicia de 18/6/2019— que establece que el contrato de agencia de estos trabajadores autónomos no puede enmascarar una relación laboral ordinaria. Estos Tribunales, tras proclamar la laboralidad de estos agentes, los califica como “cajeros externos” aunque el sindicato prefiere utilizar la expresión más usual de “falsos autónomos”.

De acuerdo con datos de IntelectSearch a partir del Banco de España, se puede ver cómo los agentes financieros de entidades de crédito han crecido de forma importante en los cinco últimos años pasando de los 4.790 agentes en 2014, primer año del que existen estadísticas, a 6.112 existentes a finales de 2018, lo que supone un incremento del 28%. BBVA es el banco que más ha apostado por esta figura, con un incremento de un 94% en esos cuatro años hasta un total de 2.833 agentes. Otras entidades, sin embargo, como Banco Santander y CaixaBank los han reducido en un 16% y un 71%, respectivamente.

En esos mismos cuatro años, la banca española ha destruido 21.109 puestos de trabajo, de acuerdo con las estadísticas oficiales del Banco de España, que muestran que si se analiza desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, la destrucción es de 91.119 empleos, prácticamente un tercio (32,47%) del total que había hace una década. En estos diez años, los gastos de personal se han reducido en 21.000 millones de euros.

Para FINE, “es fácil deducir que una parte importante del empleo que se ha destruido por parte de la banca en estos años ha sido por reconversión de trabajadores por cuenta ajena en trabajadores autónomos absolutamente precarios, que además están siendo desmontados por los tribunales y por ello calificables como falsos autónomos”.

Los agentes financieros, en realidad, no son una figura nueva. De hecho, tuvieron un gran protagonismo en la expansión de las cajas de ahorros en los años 1960 y 1970. En esta época las cajas contactaban en cada plaza con personas de reconocido prestigio que primero abrían una agencia para, tras su consolidación en el mercado local, pasar a formar parte de la plantilla de la entidad.

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