El director del Servicio Secreto de EEUU Mark Sullivan, responsable de la protección del presidente y de otros altos cargos, hace hoy efectiva su retirada del cargo, tras siete años en los que tuvo que dar cuenta de varios escándalos relacionados con comportamientos cuestionables de sus empleados.
El último de ellos, por las relaciones que mantuvieron varios agentes con prostitutas durante un despliegue en Cartagena (Colombia) antes de un viaje de Barack Obama.
Sullivan llegó al Servicio Secreto en 1983 tras tres años como agente especial en el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano. En 2006 fue nombrado director.
