La crisis de deuda europea se ha cobrado con Portugal una de sus principales víctimas. El país confía, no obstante, en que el Turismo impulse su maltrecha economía, y espera que la nueva base que la compañía aérea Easyjet ha abierto en Lisboa genere unos ingresos al país por valor de 594 millones de euros.
El ministro luso de Economía, Alvaro Santos Pereira, calculó en esa suma el «impacto positivo» de las nuevas instalaciones de la compañía aérea durante la ceremonia de su inauguración. El ministro consideró además la base de operaciones una muestra de confianza de los inversores en Portugal, que sufre los efectos de la política de ajustes exigida por su rescate financiero.
En el mismo acto, Easyjet formalizó la inauguración de las cinco nuevas rutas, que se suman a otras 16 ya existentes y unen la capital lusa con Asturias, Ámsterdam, Copenhague, Burdeos y Venecia. El acuerdo entre las autoridades lusas y la compañía aérea para la apertura de la base de operaciones, la número 23 de Easyjet, prevé la creación de diez rutas más a lo largo de los próximos cinco años.
La presidenta ejecutiva de la empresa, Carolyn McCall, que asistió también a la ceremonia, destacó el aumento de las conexiones aéreas que ha logrado la capital portuguesa y dijo que desde su implantación en el país, en 1998, su empresa ha transportado ya 19 millones de pasajeros.
