HSBC trata de recuperar el terreno perdido en China

Internacional

HSBC trata de recuperar el terreno perdido en China

El banco británico HSBC anunció el año pasado despidos masivos en sus oficinas de EEUU y Europa, así como la venta de varios de sus negocios en estos territorios. En China, sin embargo, el 19% que controla de la entidad local Bank of Communications (BoCom) se ha revalorizado desde los 1.750 millones de dólares (1.330 millones de euros) que pagó por esa porción en 2004 hasta los 9.200 millones de dólares (6.990 millones de euros) que costaría hoy. Por este motivo, los directivos del grupo financiero apuestan por consolidarse en el gigante asiático.

Stuart Gulliver, el consejero delegado de la entidad, baraja dos opciones. La primera es incrementar esa participación en BoCom por encima del 20%. El problema es que el proteccionismo chino impide que una compañía o banco extranjero controle más del 20% de una compañía o banco local. Se necesita un permiso especial para eso. La segunda opción es ampliar su presencia en las calles y pasar desde las 110 sucursales actuales hasta las 800.

A pesar de los últimos datos macroeconómicos y sus consiguientes perspectivas, que vaticinan una caída del crecimiento del PIB chino durante los próximos años, HSBC tiene claro que su futuro inmediato pasa por Asia. De hecho, la economía del gigante asiático espera registrar, a pesar de las caídas, un crecimiento que supere el 8% anual durante los próximos ejercicios.

Además de la crisis financiera internacional, que golpea con especial virulencia a la deuda europea desde hace dos años, la estrategia del banco británico en China también se ve impulsada por la incertidumbre que genera la City londinense, antaño un centro financiero lleno de ventajas y actualmente una ubicación repleta de incertidumbres debido a la presión social que el Gobierno británico recibe de la población para que ate en corto a los bancos del país, y también por culpa de las presiones que el primer ministro, David Cameron, recibe desde Bruselas para imponer unos impuestos a la banca.

Más información