¿Hemos aprendido de la catástrofe de Fukushima? Nucleares y Ecologistas discrepan

Energía

¿Hemos aprendido de la catástrofe de Fukushima? Nucleares y Ecologistas discrepan

Central nuclear de Fukushima

Ecologistas en Acción ha denunciado que las pruebas de estrés de las que presumen las nucleares “no han sido suficientemente rigurosas”. A escasos días del quinto aniversario de la catástrofe de Fukushima, las nucleares y los ecologistas discrepan sobre las lecciones aprendidas en España. Mientras en el Foro de la Industria Nuclear ha concluido que las centrales del país “han implementado acciones y medidas para reforzar su seguridad”, Ecologistas en Acción ha denunciado que “no hemos aprendido las lecciones de este accidente”.

Por un lado, las nucleares han asegurado a través de un comunicado que los resultados de las pruebas de estrés –o de resistencia- realizadas por la UE han demostrado que “las condiciones de seguridad en las que operan las centrales, la solidez de sus diseños y sus márgenes de seguridad”. Estos test de seguridad fueron puestos en marcha por la UE justo después del desastre de Fukushima y afectaron a los 143 reactores nucleares repartidos por los Estados miembro.

Además, desde el Foro han señalado que en este tiempo se han incorporado medidas de protección frente a fenómenos naturales extremos, “se han desarrollado medidas adicionales de prevención de accidentes para el caso de que las anteriores medidas de protección fallaran y se han implantado medidas de mitigación de accidentes”. Asimismo, han subrayado que las centrales cuentan con mecanismos propios de regulación y supervisión, paralelas a los de los organismos públicos.

Por el contrario, para el portavoz de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, España no ha aprendido de las lecciones de Fukushima. A través de un comunicado ha asegurado que las nucleares aun “no se han reformulado” para dar respuesta a un posible accidente y ha denunciado que las pruebas de estrés “no han sido suficientemente rigurosas”.

Para Castejón es incoherente que, a pesar de todo, el Estado se siga plantenado la reapertura de la central de Garoña, “idéntica al reactor número 1 de Fukushima –uno de los responsables de la catástrofe-, que empezó a funcionar en el mismo año, 1971”.

“Es evidente que no se pueden prever todos los incidentes externos que pueden dar lugar a accidentes, por lo que no se puede garantizar la seguridad al 100%. Dada la incertidumbre y el riesgo, lo más sensato es proceder al cierre escalonado de las centrales nucleares, sobe todo teniendo en cuenta que existen alternativas más limpias y seguras”, ha concluido Castejón.

En España, la energía nuclear es la que más aporta al sistema eléctrico, habiendo producido en 2015 el 20,34% de la electricidad.

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