Matteo Renzi pierde poder en las elecciones locales

Matteo Renzi pierde poder en las elecciones locales

Matteo Renzi, primer ministro de Venecia

La política nacional de Italia no se verá demasiado afectada en general tras las pasadas elecciones aunque sí hay un cambio particular en el partido de Renzi. Las elecciones locales en Venecia han dado ganador al candidato de centro-derecha, Luigi Brugnaro, el oponente al partido del primer ministro Matteo Renzi, del Partido Democrático (PD) italiano, formación de centro-izquierda que pierde poder también en otras cuatro ciudades más. «La derrota en Venecia duele», ha declarado Lorenzo Guerini, vicesecretario del PD acordándose también de la pérdida de votos en Arezzo.

Brugnaro ha logrado la alcaldía veneciana gracias a un 53% de los votos, incluyendo en su coalición política a Forza Italia, partido de Silvio Berlusconi, un porcentaje más alto que el de su competidor Felice Casson, quien ha conseguido el 46%.

Lecco y Mantúa han sido dos de las pocas ciudades que han apoyado al partido de Renzi en la alcaldía y Guerini ha recalcado que «los análisis hasta la fecha han confirmado que el PD es claramente el primer partido en Italia, hasta en número de alcaldes; pero no es suficiente”, refiriéndose a la noche de las elecciones.

Los buenos resultados de las coaliciones de los partidos de centro-derecha recogidos en las pasadas elecciones regionales ayudaron también a aumentar la confianza política de Brugnaro.

Estas elecciones locales fueron de nuevo celebradas tras no haber un claro ganador en la anterior convocatoria del 31 de mayo, por lo que se tuvo que recurrir a una segunda vuelta para conocer los resultados finales que proporcionó el Ministerio del Interior italiano.

Venecia presenta el caso más destacable ya que estaba gobernada por un comisario especial debido a la renuncia presentada por el anterior alcalde del Partido Democrático, tras ser implicado en un delito de corrupción con respecto a las obras de la construcción de un dique. El empresario local Luigi Brugnaron acaba así con la hegemonía del partido de izquierdas que llevaba rigiendo en Venecia durante 30 años.

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