Políticos “esclavos” de 140 caracteres

Redes sociales

Políticos “esclavos” de 140 caracteres

Página de Twitter

Los contenidos publicados por los usuarios en sus cuentas de redes sociales pueden llegar a ser condenados incluso con penas de cárcel si atentan contra otras personas. Guillermo Zapata ha dimitido esta misma tarde como concejal de Cultura debido a unos tuits que publicó en el año 2011, lo que permite darse cuenta de que las redes sociales pueden ser un arma de doble filo. Mostrar la cara más amable de nuestras vidas es una opción pero también pueden servir para verter opiniones o bromas propias, que pueden tornar a un humor negro y llegar a enfadar a muchos.

Según advierte Legálitas sobre lo recogido en el artículo 510 del Código Penal, “los que provoquen a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones, enfermedad o minusvalía, serán castigados con pena de prisión” y precisamente los comentarios con los que nos expresamos en las redes sociales pueden ser un ejemplo de lo anterior.

La libertad de expresión puede verse trasgredida en muchos casos vía Internet y a ella ha aludido Zapata en la rueda de prensa ofrecida esta misma tarde: «He acotado mi responsabilidad al área de Cultura, ahí se desarrollaba el debate, en la libertad de expresión”. Además, con la nueva reforma del Código Penal, a partir del 1 de julio, se impondrán mayores castigos y sanciones “a quienes difundan imágenes o grabaciones íntimas o utilicen contraseñas ajenas sin permiso”.

Gracias a esta batalla legal, los contenidos que vulneren los derechos fundamentales pueden ser denunciados para proceder a su eliminación e incluso exigir indemnizaciones y castigos para el responsable del texto vertido. En el caso de Twiter, su legislación depende de la estadounidense pero según expresa la compañía de asesoramiento jurídico Legálitas en una nota de prensa, todos resultamos “esclavos de los 140 caracteres”.

Con respecto a lo ocurrido con Zapata, toda la oposición ha exigido su dimisión por las palabras escritas en su perfil en dicha red social, llegando a poder ser sancionado con multas o penas de cárcel.

Zapata ha pedido perdón pública y personalmente a las personas a las que podría haber ofendido con sus tuits: «Reitero mi disculpa y petición de perdón por esos chistes que hace años yo escribí en Twitter. Insisto: no soy una persona violenta, no me gusta la violencia, creo en el diálogo».

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