Los bancos vuelven a exigir garantías públicas en el inicio de la subasta de Novagalicia

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Los bancos vuelven a exigir garantías públicas en el inicio de la subasta de Novagalicia

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El FROB podría verse obligado finalmente a otorgar un esquema de protección de activos (EPA) en la subasta de Novagalicia, que arranca esta misma semana. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) podría verse obligado finalmente a otorgar un esquema de protección de activos (EPA) en la subasta de Novagalicia. Al menos esa es la exigencia que le han planteado al fondo los bancos interesados en acudir a la operación, según señalan fuentes financieras.

La subasta de Novagalicia arrancará oficialmente esta semana, tal y como ha anunciado el ministro de Economía, Luis De Guindos. Por el momento, la operación cuenta con el interés de cuatro bancos (Santander, BBVA, La Caixa y Banesco) y varios fondos internacionales (Guggenheim, Anchorage, JC Flowers y Wilbur Ross). Estos últimos, finalmente no tendrán que cumplir con condiciones extra de permanencia, tal y como se había especulado inicialmente, sino que acudirán a la subasta de igual a igual con los bancos.

Una vez aclarado un poco el panorama, las negociaciones esta semana entre el FROB y las partes interesadas girarán en torno a un posible EPA, al que en un principio se había negado rotundamente el fondo que dirige Antonio Carrascosa. Si las negociaciones llegan a buen puerto la venta se podría cerrar en un plazo máximo de cuatro semanas.

La nueva norma que el Gobierno de Mariano Rajoy prepara para que buena parte de los activos fiscales diferidos (DTA) de la banca puedan seguir computando como capital de máxima calidad en Basilea III se presenta como otra de las claves de la subasta de Novagalicia.

Los DTAs se generan cuando los bancos se anotan pérdidas o se ven obligados a realizar provisiones para cubrir riesgos de capitalización (por ejemplo, las destinadas a cubrir el riesgo inmobiliario o el aumento de la morosidad), que no son deducibles en el momento de realizarlas, pero sí en un futuro.

En una subasta como la de Novagalicia, que se celebrará en noviembre si se cumplen los plazos previstos, no será sólo relevante el tratamiento que se de a los DTAs que ya tiene la propia entidad rescatada, una cantidad que el mercado cifra entre 2.200 millones y 4.500 millones de euros, sino también si la compra obliga al banco ganador de la puja a realizar nuevas provisiones.

Una vez finalizada la subasta de Novagalicia se espera comience la de CatalunyaCaixa, que ya se ha cancelado en dos ocasiones.

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