La guerra interna en el ‘banco malo’ complica el plan de Sacyr para liquidar Vallehermoso

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La guerra interna en el ‘banco malo’ complica el plan de Sacyr para liquidar Vallehermoso

Jaime Echegoyen junto a Belén Romana

Sacyr reconoce a los analistas que las conversaciones con el ‘banco malo’ para el intercambio de deuda por activos están paralizadas. La reorganización en la cúpula de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), con la polémica salida de su director general Walter de Luna y el fichaje de Jaime Echegoyen, ha tenido efectos colaterales en Sacyr, que ha visto como las conversaciones que mantenía con el denominado ‘banco malo’ para el intercambio de deuda por activos se han paralizado.

El pasado mes de diciembre, la compañía que preside Manuel Manrique comunicaba a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que había llegado a un acuerdo con las entidades acreedoras para reducir su deuda en 400 millones de euros, una tercera parte del total (1.148 millones), a través de varios acuerdos de dación en pago que contemplaban el traspaso de activos inmobiliarios de Vallehermoso, la división inmobiliaria de Sacyr.

La intención de la constructora es vender Vallehermoso mediante una liquidación ordenada. De hecho, en el comunicado, el grupo de construcción subrayaba que ambos procesos, el canje de activos y el proceso de venta, eran simultáneos.

Sin embargo, la guerra interna abierta en la cúpula de la Sareb ha supuesto un frenazo en seco para estos planes. Así lo habría reconocido la propia Sacyr en un reciente encuentro con analistas e inversores, si bien la constructora les traslado su confianza en retomarlas en el corto plazo.

Las negociaciones entre Sacyr y el ‘banco malo’ eran ya desde un principio las que iban con más retraso. La deuda de Vallehermoso con Sareb asciende a 580 millones de euros, tras los créditos traspasados por Bankia, Novagalicia y CatalunyaCaixa.

La Sareb ha vivido un comienzo de año envuelto en polémica tras los negocios cerrados con determinados fondos buitre y la reorganización de la cúpula directiva, con la marcha de Walter de Luna y el fichaje de Jaime Echegoyen como nuevo consejero delegado.

También entró Rafael Mena como consejero dominical en sustitución de Francisco Sancha, tras el nombramiento de este último como director general financiero de Banco Popular y se reorganizaron las direcciones.

De esta forma, se creó una Dirección Comercial, a la que se le encomienda la tarea de gestionar la totalidad de las desinversiones, al frente de la cual se colocó a Juan Barba, hasta la fecha Director de Activos Inmobiliarios. También se creó la Dirección de Reestructuraciones y Recuperaciones que está dirigida por Enrique Saiz, procedente de Banesto.

Asimismo, se crearon dos nuevas áreas, una de Patrimonio y otra de Estrategia. Al frente de la primera se puso a Olga Guitián, que ocupaba la dirección de Control Interno y Cumplimiento. La segunda está dirigida por Iker Beraza, hasta ahora director de Análisis Macro y Relaciones Corporativas. Finalmente, se creó la Dirección de Recursos Corporativos que integra las Direcciones de Medios y de Operaciones. Su responsable es Alfredo Guitart.

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