El actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, aseguró ayer en su declaración como testigo ante el juez Fernando Andreu de la Audiencia Nacional que diez días antes de la nacionalización de la entidad recibió una llamada del entonces presidente, Rodrigo Rato, que le ofrecía el puesto de consejero delegado, pero el banquero denegó porque no le interesaba hacerse cargo de un proyecto de esa magnitud en esas condiciones.
En su declaración, que duró más de dos horas y media, Goirigolzarri aclaró que una semana después, el siete de mayo (dos días antes de la nacionalización), el propio Rato volvió a llamarle, pero esta vez para comunicarle que dimitía y ofrecerle la presidencia “con plenos poderes”. A la llamada del exdirector del FMI le siguió otra del ministro de Economía, Luis De Guindos, para animarle y convencerle de que asumiera el cargo.
Según publica la agencia Europa Press, Goirigolzarri aseguró que esta fue la primera vez que se le ofreció la presidencia, y que la decisión de aceptar no se la consultó a nadie más que a su mujer.
A preguntas del abogado de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Andrés Herzog, quien ejerce la acusación popular, el testigo aseguró que no preguntó a Rato si su renuncia estaba relacionada con la negativa de la auditora Deloitte a rubricar las cuentas y supuso que esta decisión estaba avalada por las siete cajas de ahorros que conformaban la entidad
Respecto a la gestión de su antecesor, Goirigolzarri mantuvo una actitud prudente, si bien reconoció que “tuvo que partir de cero”, por que “seguir negando la realidad no llevaba a ningún sitio”.
