Los depósitos pierden la batalla ante las cuentas remuneradas

Finanzas

Los depósitos pierden la batalla ante las cuentas remuneradas

Sucursal bancaria

Desde el cierre de 2014, los depósitos han perdido un saldo de 56.498 millones, mientras que las cuentas han ganado 48.213 millones. Tradicionalmente, los depósitos a plazo fueron los productos preferidos por las familias para guardar sus ahorros, unas prácticas que fomentaron los propios bancos con atractivas rentabilidades. Sin embargo, el actual escenario de bajos tipos de interés propiciado por el Banco Central Europeo (BCE) ha propiciado un cambio de estrategia hacia las cuentas remuneradas, que al mismo tiempo permiten a las entidades vincular al cliente.

Según las últimas cifras disponibles del Banco de España, correspondientes a octubre, los hogares españoles tenían un saldo vivo en depósitos a la vista –es decir, en cuentas corrientes– de 418.225 millones de euros, un aumento de 3.082 millones respecto al mes anterior y de 48.213 millones en el acumulado del año.

En el lado opuesto, el saldo en depósitos a plazo volvió a reducirse en octubre en otros 3.345 millones de euros, hasta situarse en 328.721 millones. En los diez primeros meses del año la caída es de 56.498 millones.

Esta tendencia creciente de las cuentas y decreciente de los depósitos ha provocado que este año primera vez en mucho tiempo las primeras superen a los segundos como principal instrumento de ahorro bancario de las familias. Para hacerse una idea, en el año 2011, cuando Mario Draghi asumió la presidencia del BCE, los depósitos superaban en más de 100.000 millones de euros a las cuentas (418.957 millones frente a 308.827 millones).

El ‘sorpasso’ se produjo en marzo, cuando los depósitos contabilizaban 369.199 millones de euros y las cuentas 376.913 millones, y desde entonces la brecha no ha hecho más que crecer.

Las cuentas suponen habitualmente una manera más barata para la banca de captar pasivo: su tipo medio se situaba a cierre de octubre en el 0,14%, frente al 0,42% de los depósitos a plazo. Pero además en los casos de las ofertas más agresivas, presentan también una ventaja competitiva, ya que permiten una mayor vinculación del cliente vía nóminas y domiciliación de recibos, principalmente.

Pese a que ya existía una tendencia en el mercado, fue el Banco Santander el que dinamitó la guerra de la banca con el lanzamiento de la ‘Cuenta 1,2,3’ en mayo de este año. El producto estrella de la entidad que preside Ana Botín alcanzaba ya al cierre de septiembre los 500.000 clientes, de los que 140.000 tenían anteriormente la nómina domiciliada en otra entidad, lo que supone un incremento de mil nóminas al día.

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