Indra celebrará el próximo jueves su junta general de accionistas en la que, entre otros puntos del orden del día, se someterá a la votación la reelección y nombramiento del presidente de la compañía, Javier Monzón. Se trata de la primera junta de accionistas que se celebra tras la entrada el pasado mes de septiembre en el consejo de administración de Indra de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que en agosto del año pasado compró a Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia, su participación del 20% en Indra. Desde entonces el Estado español se convirtió en el primer accionista de la compañía de defensa y tecnología, y empezaron a surgir los primeros rumores sobre un relevo en su cúpula del que tampoco escaparía Monzón, presidente desde 1992.
En las últimas semanas varios medios aseguraban que el Gobierno estaba promoviendo el relevo de Monzón y que el promotor era el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles. Su objetivo sería colocar en el puesto a Eduardo Serra, exministro de Defensa con Aznar. Sin embargo, Vozpopuli aseguró recientemente que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, respalda la continuidad de Monzón. De hecho, el consejo de la SEPI decidió la semana pasada votar a favor de su reelección en la próxima junta tras considerar que su gestión le estaba aportando plusvalías.
Además de SEPI, entre los accionistas de referencia de Indra figuran Corporación Financiera Alba, con un 11,32%, y Casa Grande de Cartagena, con un 4%.
La última vez que los accionistas de Indra avalaron la gestión de Monzón fue en junio de 2011. Además, desde su nombramiento en febrero 1992, el directivo ha sido reelegido cuatro veces.
En cualquier caso, forzar la salida de Javier Monzón no sería fácil para el Gobierno. El presidente se ha garantizado un blindaje millonario que podrá cobrar en caso de despido o en concepto de ‘prejubilación’, una vez que, en 2018, cumpla los 62 años, de 16 millones de euros.
