La institución que preside Mario Draghi estudi revisar las compras de deuda soberana realizadas este año de cara a los test de estrés que se publicarán después del verano. Los test de estrés del Banco Central Europeo (BCE), previos a que la institución se convierta en el supervisor bancario único, suponían en principio una ‘foto fija’ de los balances de las entidades a 31 de diciembre, lo que permitió a las entidades adelgazar sus carteras de deuda pública antes de la fecha, para posteriormente volver a ampliarlas sin sufrir ningún perjuicio.
Sin embargo, según publica hoy Cinco Días, el BCE podría pasar a revisar en sus pruebas las operaciones realizadas con deuda soberana a lo largo de este año, después de que los hombres de Draghi hayan observado que muchas entidades siguieron la operativa antes descrita. De hecho, la banca española, tras reducir su cartera en 8.900 millones de euros en octubre, 10.000 millones en noviembre y 22.400 millones en diciembre, a cierre de abril 2014 ha vuelto a recuperar los niveles previos a octubre 2013.
El BCE ha criticado en múltiples ocasiones la utilización de la liquidez del banco central para adquirir deuda soberana, no sólo porque el dinero no termina en manos de la economía real sino por el vínculo que se genera entre el riesgo soberano y el riesgo bancario, por lo que en sus nuevas subastas de liquidez impondrá un objetivo de crédito.
Por otro lado, y también de cara a los stress tests, el gobierno italiano podría estar considerando la creación de un fondo para cubrir las posibles necesidades de recapitalización de las entidades italianas que surjan a raíz de las pruebas.
Según señalan los analistas, esta noticia encajaría con la visión de que podrían ser precisamente los bancos italianos y alemanes de perfil más doméstico los que podrían no pasar las pruebas de estrés.
