El presidente de EEUU envía un mensaje público a la banda durante sus conciertos de despedida. El adiós de The Grateful Dead, la banda mítica que liderara desde la década de los sesenta el malogrado guitarrista Jerry García, se ha convertido en un acontecimiento nacional en EEUU. Hasta tal punto que hasta el mismísimo presidente Barack Obama ha querido sumarse a las celebraciones.
Los ‘Dead’ se han marchado por todo lo alto, en su aniversario número 50, con tres conciertos llenos hasta la bandera en el estadio Soldier’s Field de Chicago, el último lugar en el que García tocó antes de fallecer, en agosto de 1995. Poco antes de que se disolviera el grupo.
Antes del inicio del segundo concierto, Obama envío un mensaje al grupo en el que les deseaba lo mejor y les agradecía sus 50 años de trabajo, creatividad y pasión. Y también su habilidad para provocar la unidad entre la gente con su gran música “americana”.
El presidente, también parafraseó a Jerry García y animó a la banda a llenar el “aire con su música y a disfrutar del calor de sus fans en estos emotivos conciertos de despedida que han protagonizado.
Obama es un gran aficionado a la música, aunque el estilo de The Grateful Dad no parecía ser uno de sus platos favoritos, más orientados a géneros de raíz afroamericana como el blues o el jazz.
Pero el legado de los Dead es tan inmenso que prácticamente no hay ningún estadounidense nacido a partir de la década de los 60 del pasado siglo que no haya vivido algún momento significativo de su vida con la música de esta banda formando parte de su banda sonora.
