‘In Conflict’, un disco de Owen Pallett

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‘In Conflict’, un disco de Owen Pallett

Owen Pallett

El compositor canadiense da un paso decisivo en la construcción de un estilo personal e intransferible en su cuarto álbum en solitario. Soldier's Rock by Owen Pallett on Grooveshark

En 2010, Owen Pallett lanzó ‘Heartland’, era su cuarto disco en solitario y también el primero que se atrevió a firmar con su propio nombre. Pero, probablemente lo hizo porque no tuvo otro remedio. Hasta entonces, este peculiar artista canadiense se cobijaba bajo el seudónimo de Final Fantasy, un nombre similar al que ostenta un famoso video juego, popular en todo el mundo. La coincidencia no era muy del agrado de Square Enix, la compañía responsable de este producto, que le llevó a los tribunales y le obligó a dejar de utilizar esa denominación.

Pero, en aquel disco, muy celebrado en su día, Owen cambió su nombre de batalla, pero no la temática habitual de su música. El seguía empeñado en crear mundos fantásticos, en contar historias que acontecían en países remotos, tan alejados del momento actual que incluso existían en otros siglos. Aparentemente, no estaba preparado todavía para revelarse al mundo a través de las letras de sus canciones. Ahora, tal vez si lo esté.

Al menos aparentemente, ‘In Conflict’, del que nos ocupamos hoy, es un disco mucho más personal que los anteriores. Aquí, los textos de los temas parecen referirse a acontecimientos vividos por el autor. Hay, en general, un tono de confidencia, de cercanía a lo vivido que nos hace pensar que, esta vez, Pallet está hablando de asuntos que le preocupan en primera persona del singular.

Una impresión que, sin embargo, puede ser o no ser cierta, en cualquier caso. Sobre todo, porque Pallet mantiene su gusto por la imágenes crípticas y de difícil comprensión. Y, además mantiene un discurso más sonoro que narrativo. Como si, por lo menos en algunas ocasiones, las palabras hubieran sido elegidas, más por su sonido que por su significado. Algo a lo que tampoco habría nada que objetar, desde luego.

Pero esto, quizá sólo sea una apreciación personal. Y quizá no importe demasiado. Al menos, en mi opinión, Pallet no es el tipo de cantautor que deslumbra con su poesía. Su territorio es otro, igualmente fascinante. Las melodías, las orquestaciones, la música, en general. Allí ha construido un estilo completamente personal en el que saca partido de su formación clásica, su virtuosismo como violinista y su conocimiento de los sonidos que se pueden conseguir gracias a las programaciones y la electrónica.

Quizá por eso no sea extraño que haya sido requerido en alguna ocasión para escribir la banda sonora de alguna película. Por ejemplo, la correspondiente a ‘Her’ un curioso film de Spike Jonze, en el que trabajó mano a mano con otro canadiense ilustre, Will Butler del grupo Arcade Fire, y por la que ambos consiguieron ganar el oscar el pasado año. Todo un triunfo que, sin duda, sirvió para aumentar el interés del gran público por el trabajo de Pallet y quizá la presión que el autor sentía a la hora de enfrentarse a la grabación de este álbum.

Y la verdad es que Pallet ha superado el reto sin necesidad de traicionarse a sí mismo. ‘In Conflict’ es, probablemente, uno de los mejores discos que se han publicado en 2014, un año en el que se ha escrito y grabado mucha buena música. El canadiense ha sabido mantenerse fiel a sus constantes y, a la vez, integrarlas con un buen puñado de canciones memorables de aliento claramente pop, en las que el barroquismo de los arreglos, a veces cercanos, al viejo rock progresivo, no quita jamás protagonismo a las melodías.

Todo está muy cuidado aquí. El disco ha sido grabado con la participación de un grupo selecto de músicos que parecen entender a la perfección la poética musical de Pallet y el tipo de universo sonoro que se desea construir. Owen canta toca el violín, la viola y los teclados y cuenta fundamentalmente con la ayuda de sus dos colaboradores más cercanos, el bajista Matt Smith y el batería Robbie Gordon, que han intervenido también en la composición de algunos temas.

No son los únicos cómplices que Pallet ha tenido en esta ocasión. En ‘In Conflcit’ también participan, Brian Eno, a la voz, la guitarra y los teclados, cuya presencia se deja sentir para bien en muchos de los mejores momentos del disco, Thomas Gill, a las guitarras, Stef Schneider en la percusión y Daniela Gesundheiten en los coros. Además, interviene una orquesta checa que realiza algunos dibujos instrumentales de fondo que decoran los arreglos.

Cierto que, a veces, el conjunto pude sonar un tanto robótico y ampuloso. Pero, lo artificial, lo programado, lo repetitivo, y la pura pretensión de hacer pasar por real algo que no lo es, forma parte del estilo de Pallet desde el principio. Y, aunque todo siga girando alrededor del eje de la tecnología, los ‘loops’ que construye con su violín y las texturas electrónicas, en este disco hay una mayor voluntad de alcanzar el corazón del oyente.

También, en mi opinión, se aprecia una mayor preocupación por el papel que tiene que tener la voz en el conjunto, de modo que Pallet parece haber intentado sacar el máximo partido de sus propias habilidades como cantante e intérprete. Y el resultado es bueno. Convincente. A pesar de que, en ocasiones, el exceso de solemnidad pueda resultar poco llevadero. Pero, como suele suceder en estos casos, esto quizá sea sólo una cuestión de gustos.

En mi caso, soy un firme partidario de las canciones más ligeras del álbum. Como mi tema favorito, por el momento, ‘On a Path’, que se apoya en una melodía ‘quedona’, de esas que parecen caminar, y que me trae recuerdos de los momentos más juguetones de aquellos excelentes discos que grabaron los Moody Blues en la década de los setenta del pasado siglo. Un tiempo glorioso para el pop orquestal.

Pero no se pueden negar las virtudes de los temas menos pegadizos. Como ‘I´m Not Affraid’, la canción con la que se inicia el disco. O la belleza de algunas melodías de corte agridulce y cadencias evocadoras, como las que contienen ‘Songs for Five and Six’ o ‘Secret Seven’, dos piezas que pueden escucharse sucesivamente si se respeta el orden decidido por Pallet para este disco y que, en opinión de algunos críticos, son dos de los mejores números escritos este año.

Conviene tener cuidado, sin embargo. Este no es un disco que pueda servir como música de fondo. O sí, claro, pero sería un verdadero desperdicio. Hay que acercarse a ‘In Conflict’ con tiempo por delante y ganas de introducirse en él. Sólo así se puede disfrutar de verdad de un trabajo hecho como este, que Owen Pallet ha realizado con mimo y máximo cuidado por cada detalle. Y yo le aseguro a quien se atreva a hacerlo que la recompensa va a merecer la pena.

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